Felipe Drugovich ha vuelto a ganar en la categoría de plata. El actual líder le ha ganado aún más distancia a su perseguidor Theo Pourchaire y deja el campeonato visto para sentencia.
Cabe recordar que solo quedan dos fines de semana más esta temporada y la distancia entre primero y segundo clasificado ya parece irreversible. De hecho, hay posibilidades de que Drugovich sea campeón de manera matemática en el templo de la velocidad, Monza. El podio lo han completado Richard Verschoor, que corría en casa, y Ayumu Iwasa, que ha tenido una de las actuaciones más destacadas de su carrera de F2.
La carrera ha sido tremendamente caótica y ha contado con tres coches de seguridad y una bandera roja. El primero de ellos tras un incidente de Logan Sargeant. El piloto estadounidense de la academia de Williams se ha pasado de frenada en la primera curva de la carrera y se ha puesto último, pero lo peor ha venido cuando, en esa misma vuelta, el rookie ha intentado adelantar a Boschung y ha acabado en las barreras con el coche destrozado. Una de las barreras TechPro se ha abierto por completo por este incidente y ha causado una bandera roja que ha durado algo más de 10 minutos.
La carrera se ha relanzado cuando se ha arreglado el problema. Los coches han empezado a parar en coches. El problema ha venido cuando ha sido el turno de parar de Marino Sato. El japonés ha salido a pista con una rueda mal ajustada. Más tarde, en esa misma vuelta, se ha desenganchado y ha mandado a Sato al muro de la curva dos. El segundo Safety Car ha salido por este incidente.
El accidente más llamativo y espectacular ha llegado cuando se ha relanzado la carrera. Varios de los pilotos que se encontraban en la parte media de la parrilla, entre ellos Jack Doohan, que peleaba con Drugovich por la victoria, han colisionado en masa debido a algunas frenadas raras que venían de los coches que lideraban en ese momento. En concreto ha sido Novalak el que ha embestido a Doohan.
