En la pasada edición del Dakar, Austin Jones se convirtió en ganador de la categoría T4. Mucho tuvo que ver su compañero de equipo, Gerard Farrés Güell, ya que levantó el pie en la última especial. El paso de Jones a T3 era “una progresión natural”.
El estadounidense se preparó durante la temporada 2022 en la categoría T4, con un tercer puesto en la Copa del Mundo de Rally-Raid. Junto a Gustavo Gugelmin, Jones era uno de los favoritos junto a Marek Goczal y Rokas Baciuska para ganar el título mundial, pero una racha de infortunios acabó con sus opciones.
Despacito y con buena letra empezó Jones el Dakar, con un cuarto puesto a 3:32 minutos del líder. La tercera etapa fue para él por 44 segundos sobre Seth Quintero, su compañero de equipo. Ha sido uno de los pilotos más constantes, siempre luchando dentro de los diez primeros o por la victoria.
En la undécima etapa, primera parte de la maratón, Guillaume De Mevius entró en problemas y el liderato en T3 cayó de su lado con una ventaja de 55:54 minutos sobre Quintero. Jones no se siente cómodo en las dunas, pero la segunda parte de la Maratón la ha resuelto realmente bien.
“Hemos hecho una buena etapa. Esta mañana he salido tranquilo y ha llegado un momento en que he decidido subir el ritmo porque si no corría el riesgo de quedarme atascado en la arena”, comenzaba diciendo para la web del Dakar.
Los participantes ya han dicho adiós a la zona más complicada de esta edición, el Empty Quarter. Solo quedan dos días para llegar a Dammam y la ventaja en la general es de una hora, cuatro minutos y 37 segundos. “Mi posición en la meta no cambia gran cosa. Seguimos en carrera, el Empty Quarter toca a su fin y he de confesar que no es el tipo de terreno que más me gusta. Estoy contento de que queden solo dos días”, concluía el de Red Bull.
