Colton Herta lideró el primer día de test en The Thermal Club, pero muchos pilotos se subían por primera vez en un IndyCar. Posteriormente, dejaron sus sensaciones.
Uno de ellos fue Marcus Armstrong, debutando a bordo del Honda de Chip Ganassi. Consiguió el décimo mejor tiempo, pero eso no es lo realmente importante. Sumó un total de 46 vueltas y desde bien temprano fue capaz de igualar a los mejores. Antes de este test, el neozelandés probó por primera vez un IndyCar en Sebring.
Armstrong, tras este primer día, dio sus sensaciones. “Lo disfruté de principio a fin. Fuimos muy organizados y cumplimos nuestro programa que queríamos hacer. Al principio todos esperaron mucho más de lo que yo esperaba. Creo que tal vez fui el primero en salir y hacer una carrera adecuada”.
Lo más importante es que, el ex piloto de Fórmula 2, se sintió cómodo con su nuevo juguete. “Pero de inmediato me sentí confiado con el coche. Obviamente, mi segundo día en una IndyCar, sigo aprendiendo todo, pero este Ganassi ciertamente me da mucha confianza. La forma en que se mueve es muy natural. Honestamente, no es muy diferente a lo que estoy acostumbrado en F2”, reflexionaba el piloto.
No es fácil debutar en la IndyCar y, sobre todo, sacar el máximo rendimiento de estos coches. A pesar de eso, Armstrong cree que “hay potencial para hacer cosas buenas”. ¿Llegarán las victorias? ¿Será la nueva sorpresa de Chip Ganassi? Habrá que esperar a que empiece la temporada.
El joven piloto se unirá a Palou, Marcus Ericsson y Scott Dixon, mientras que Takuma Sato le sustituirá en los óvales. “Todos se llevan muy bien. Hay una buena sinergia dentro del equipo, especialmente con los pilotos. Siento que es un buen grupo de muchachos que tienen mucha experiencia. Puedo aprender mucho de ellos”, comentaba Armstrong sobre sus compañeros de equipo.
