Toyota espera para la siguiente carrera en Portimao una lucha más apretada de la que se dio en Sebring, donde consiguieron un doblete a pesar de la pole de Ferrari.
El equipo nipón demostró que sus problemas de fiabilidad y su falta de rendimiento habían acabado con un GR010 Hybrid actualizado. El ritmo a una vuelta todavía se tendrá que investigar, pero en carrera superaron a sus rivales con cruces, en especial a Ferrari.
La segunda ronda del Campeonato de Resistencia se celebra en Portimao, donde Kamui Kobayashi espera una mayor pelea. Aunque hace un par de años, en la primera carrera del WEC que se disputó en el circuito portugués, Toyota consiguió un doblete. “En Sebring no podríamos haberlo hecho mejor, pero Portimão es una carrera nueva y tenemos que comenzar de nuevo”.
“Es una pista muy diferente a la de Sebring y podemos esperar que nuestros rivales de Hypercar estén más cerca. Muchos de ellos han probado allí recientemente, pero vamos allí por primera vez desde abril del año pasado. Esto significa que tenemos que trabajar duro durante las sesiones de práctica para encontrar la configuración adecuada y las estrategias de neumáticos”, explicaba Kobayashi.
El jefe del equipo, a pesar de correr en el #7, recuerda que esta carrera —como lo fue Sebring y lo será Spa— es fundamental para llegar a Le Sarthe con el trabajo hecho. “En esta etapa de la temporada, cada carrera es parte de nuestra preparación para Le Mans, por lo que la próxima semana es otro paso importante. Estamos ansiosos por luchar con nuestros competidores de Hypercar. Estoy seguro de que será emocionante para los aficionados”.
Sébastien Buemi, piloto del #8, defendió el rendimiento de Toyota en Sebring, pero quiere esperar a que termina la carrera de Portimao para valorar el verdadero potencial del GR010. “Nuestro coche se ve fuerte, vimos que el equipo está en la cima, así que tengo confianza. No será fácil, pero tratemos de mantenernos adelante”.
