La Fórmula E tuvo que retrasar la salida de su segundo ePrix en Berlín por culpa de varios manifestantes que asaltaron la pista y se llegaron a sentar al lado de algunos monoplazas.
La categoría eléctrica se preparaba para otra gran carrera en el Aeropuerto de Tempelhof. Un día antes se batieron todos los récords de la Fórmula E con ocho lideres diferentes durante un ePrix y un total de 190 adelantamientos. Todo iba según lo previsto, los pilotos calentaban neumáticos en la parrilla de salida hasta que varios manifestantes aparecieron.
Se sentaron al lado de varios monoplazas y pintaron la pista con algún líquido. La seguridad del circuito actuó de forma rápida sacando a todos los manifestantes de la pista. Tras varios minutos de incertidumbre en el control de carrera, la salida pudo darse con total normalidad.
El grupo alemán Lezte Generation reivindicó los hechos y organizó una manifestación por las calles de Berlín. Piden al Gobierno que actúe contra el cambio climático, pero, ¿hay categoría más sostenible que la Fórmula E? “Estamos en el circuito de la Fórmula E para hacer sonar la alarma. Es hora de frenar, porque estamos en la autopista hacia el infierno climático con el pie en el acelerador”, dijo este grupo activista en un comunicado.
La Fórmula E también emitió un comunicado sobre lo ocurrido, aplaudiendo el trabajo de la seguridad del circuito. “La carrera se retrasó temporalmente mientras las autoridades locales respondían a una acción de protesta no relacionada con el evento. Los servicios de seguridad contuvieron la interrupción de forma rápida y segura, y la cita continuó según lo previsto”.
En definitiva, una simple anécdota que no pudo impedir la victoria de Nick Cassidy ante Jake Dennis. Esto aprieta el Mundial, ya que Pascal Wehrlein sigue perdiendo puntos frente a sus rivales directos. La próxima cita se celebrar en Mónaco el 6 de mayo.
