El paso de Callum Ilott por la IndyCar, no ha durado todo lo que le hubiera gustado al piloto británico. Su salida de Juncos Hollinger Racing ha hecho que se una a Norman Nato y Will Steves en el Campeonato de Resistencia en el LMDh 963 de Porsche en el equipo cliente, Hertz JOTA.
Jungcos Hollinger anunció en octubre la salida de Ilott del equipo y la casi inmediata llegada de Romain Grosjean al asiento del piloto británico. Algo que sorprendió al propio Ilott, y que desembocó en la llegada al WEC, tras más de dos temporadas en la IndyCar.
El británico había conseguido su mejor resultado en 2023 en el Campeonato, un decimosexto puesto con 266 puntos y dos quintos puestos en St. Petersburgo y Laguna Seca. «Sinceramente, es una gran sorpresa. Esperaba quedarme en la IndyCar, ese era el plan original, y las circunstancias cambiaron, como a veces lo hacen en la vida», decía en declaraciones que recoge Motorsport.com.
Ilott tenía un segundo plan y habló a Sam Hignett, jefe del equipo JOTA. «Habíamos contactado con Sam para ver qué pasaba, cuál era la situación y enseguida creo que estuvo bastante interesado. Estoy muy agradecido por ello y, para ser justos, es un coche precioso en un campeonato precioso y creo que tenemos mucho potencial para hacer un gran trabajo», dijo.
Además, el propio Sam Hignett, comentó como fue el fichaje de Ilott. «Cuando surgió la oportunidad de hablar con Callum y teníamos un asiento libre en el que ahora va a ser el coche #12, tenía todo el sentido del mundo contar con él y ver si podíamos llegar a un acuerdo. Tengo que decir que me quito el sombrero ante Callum y su equipo, es el acuerdo más fácil que he hecho nunca». Una nueva etapa en la carrera de Illot, se muestra confiado y optimista para todo lo que viene en 2024.