El pasado domingo, en el Gran Premio de Australia, Max Verstappen se vio obligado a abandonar en la vuelta tres debido a unos problemas en los frenos, convirtiéndose así en el primer piloto en retirarse de la carrera, antes que Lewis Hamilton y George Russell.
Centrándonos en el fin de semana, Verstappen no lideró ninguna sesión hasta la Q3, donde el tres veces Campeón del Mundo sorprendió al conseguir la Pole. En la carrera, manutuvo la posición durante la primera vuelta, pero un error en la segunda permitió a Carlos Sainz superarlo antes de la curva nueve con la ayuda del DRS.
Dos vueltas más tarde comenzó a salir humo del coche de Verstappen, lo que lo obligó a reducir la velocidad. Mientras se dirigía hacia los boxes, el freno trasero derecho del RB20 explotó, provocando un pequeño incendio. Este fue su primer abandono desde el Gran Premio de Emilia Romagna 2022. Desde entonces han pasado 43 carreras, durante las cuales Verstappen ha ganado 35, ha conseguido 39 podios, entre otras cifras increíbles. En Melbourne, Verstappen buscaba su décima victoria consecutiva, pero finalmente Sainz quien se llevó el trofeo del vencedor.
La causa exacta de los problemas en los frenos del líder del mundial aún está siendo investigada. Christian Horner, jefe del equipo Red Bull, mencionó que Verstappen tuvo “momentos difíciles” desde el inicio de la carrera y parecía estar “conduciendo con el freno de mano puesto”. Brembo, proveedor de frenos en la Fórmula 1, declaró que no hubo problemas con los componentes o materiales suministrados.
Según la empresa italiana, la retirada de Verstappen no se debe a defectos en los componentes ni en los materiales, sino que probablemente fue el resultado de decisiones en el set-up del coche de Verstappen. El equipo austriaco aún no ha confirmado esta información. La incertidumbre sobre la causa exacta de la retirada de Verstappen añade tensión a la batalla por el campeonato, mientras los equipos se preparan para la próxima carrera en Suzuka, Japón.
