La Fórmula E vuelve este fin de semana en Sao Paulo después de un parón obligado de siete semanas que ha hecho mucho daño. El calendario ha sido el talón de aquiles de esta décima temporada y sin duda, la cancelación de Hyderabad es una lección que debe tener en cuenta la categoría eléctrica para el futuro.
Para su décimo aniversario, la Fórmula E ha perdido a grandes ciudades en comparación con el calendario anterior. Las bajas de Roma, Ciudad del Cabo y Yakarta fueron muy duras para la categoría. Además, a estas tres, se sumó Hyderabad a última hora, dejando así un parón de siete semanas a los pocos días de que empezase el Mundial.
Hyderabad era la única carrera que estaba prevista para el mes de febrero, concretamente, el día 10. Al igual que el año pasado, llegaría después de la doble cita de Diriyah. Tras ello, llegaría un mes de descanso antes de poner rumbo a Sao Paulo. El mes de descanso fue también forzado por la marcha de Ciudad del Cabo.
La salida de Ciudad del Cabo no fue un gran problema para la Fórmula E. En ese momento, confiaban en volver a Hyderabad y tener un sólido calendario, con 11 ciudades diferentes. Sin embargo, los problemas burocráticos con el estado de Telangana les dejaron sin carrera y con una temporada bastante pobre.
La Fórmula E tendrá 16 carreras este año. Eso sí, sólo dos responden al concepto inicial de correr en el centro de la cuidad. La gran novedad de 2024, Tokio, y Mónaco, son esas dos. Sao Paulo y Londres, aunque sí que están en la ciudad, se llevan a cabo en centros de exhibición. Con Berlín ocurre igual, pues allí se corre, más concretamente, en un aeropuerto ya inactivo.
Perder hasta cuatro carreras en el centro de la ciudad en un año y dejar un hueco de siete semanas en el calendario, no deja en un buen lugar a la Fórmula E. Sus meses más fuertes, en los que no hay Fórmula 1, como son enero y febrero, han sido realmente pobres. En uno de ellos, incluso no ha habido carreras. Es un parón forzado del que la categoría eléctrica debe aprender y mucho para el futuro.
La ausencia de cuatro pilotos en la primera de las dos carreras de Berlín también es algo que no ayuda a la imagen de la Fórmula E. Sébastien Buemi, Robin Frijns, Nyck de Vries y Nico Müller priorizarán el WEC ese sábado, aunque volarán a Alemania esa misma noche para correr el domingo. Tanto ese choque, el cual no debe volver a repetirse, como el parón forzado, son lecciones de mucha ayuda para seguir perfeccionando su calendario.
