Checo Pérez no ha podido pasar de la quinta posición en el Gran Premio de Australia. El mexicano, que salía sexto tras una penalización de tres puestos por bloquear a Nico Hülkenberg durante la clasificación, no ha encontrado en ningún momento de la carrera el ritmo necesario para estar en la pelea por el podio y la victoria. Sergio Pérez se quedó la primera parte de la carrera atascado detrás de George Russell, lo que también afectó a sus opciones de aspirar a más.
En declaraciones posteriores a la carrera, Pérez ha explicado las dificultades que ha tenido a lo largo del fin de semana. “Lo intentamos todo en el setting y nos ha costado mucho en carrera. McLaren y Ferrari fueron superiores a nosotros“, explicaba Checo. “En el primer stint hice algunos ajustes y degradamos mucho de la parte trasera. En el segundo stint degradamos mucho de la parte delantera, así que simplemente nunca encontramos el ritmo. Todo el fin de semana íbamos un paso atrás y nunca dimos con el balance adecuado“, comentaba.
Es novedad este sufrimiento de Checo con la degradación. Uno de los factores que explican el dominio de Red Bull desde el año pasado es la menor degradación de su coche en comparación a los rivales, así que sorprende verles sufrir en este apartado. Sin embargo, no por ser novedad deja de ser cierto. Pérez tuvo una caída pronunciada de rendimiento al final de cada stint en comparación con los Ferrari y los McLaren.
“Teníamos algunos problemas que entendemos. Hicimos unas cosas con los neumáticos que al final no fue lo ideal, íbamos botando bastante”, insistía Checo. Sin embargo, tanto él como Red Bull esperan que en Suzuka vuelvan a dominar. En 2023 también llegaron a Suzuka tras un fin de semana complicado, en Singapur, y Verstappen arrasó en Japón. Veremos si esta vez se repite la historia.
