El esperado debut de Kyle Larson en las 500 Millas de Indianápolis sigue su curso tras haber estado rodando en el Open Test el pasado miércoles.
El americano fue capaz de completar 47 vueltas a pesar de que la lluvia hizo acto de presencia. Su mejor marca fue de nada menos de 226.384 millas por hora a bordo del McLaren, lo que le permitió situarse en la segundo posición de 34 pilotos en total. Nada mal para apenas contar con experiencia a bordo de estos monoplazas.
“Fue un buen día. No hicimos muchas vueltas y tampoco rodamos en pelotón, que es lo que me hubiese gustado. Aun así, el tiempo que eché en pista me vino genial para poder orientarme mejor, adaptarme a la velocidad y experimentar las salidas y arrancadas. Estuvo bien”, comentaba en unas declaraciones para Motorsport.com.
“Son sensaciones totalmente nuevas para mí. Cuando Newgarden me adelantó, perdí totalmente el morro del coche debido a las turbulencias. Es una locura sentir todo esto. El monoplaza es muy sensible y las condiciones son un poco complicadas de aprender, así que aún me queda mucho trabajo por delante”, afirmó el campeón de la NASCAR del 2021.
Larson sigue preparando su puesta a punto para disputar tanto la Indy 500, como las 600 Millas del Charlotte Motor Speedway en el mismo día. “Son tantos detalles que a veces es complicado gestionar todo. Aún no se, por ejemplo, que piloto es más agresivo en pista, quien está más loco, a quien le es más fácil poder sacar ventaja… No es lo mismo competir en un circuito urbano que en un óvalo, por lo que no puedo sacar conclusiones sobre nadie aún”.
“No va a ser nada sencillo, y menos en una carrera como esta. Intentaré aprender todo lo que pueda de mis compañeros y procuraré absorber toda la información que consiga en las próximas semanas”, concluiría el piloto californiano.
