El inicio de temporada de Mercedes no ha sido el deseado. Los alemanes, lejos de su mejor versión, empiezan la temporada en lo que parece ser un escalón inferior a lo visto en 2023. Los pilotos no se encuentran cómodos con el W15 y así se refleja en las tablas, siendo el cuarto equipo con 34 puntos. Pero desde los altos cargos de Mercedes las perspectivas varían.
Andrew Shovlin, director de ingeniería del equipo, aseguró en el Race Debrief post-Japón que emitió Mercedes en YouTube que su objetivo se centró en hacer del monoplaza uno más estable para George Russell y Lewis Hamilton. “El programa que nos planteamos fue intentar que el coche fuera un poco más predecible. Sin duda, parece que tenemos una plataforma más estable, en la que su comportamiento durante todo el fin de semana fue más consistente”, dijo Shovlin.
El W15, además, es un monoplaza que se caracteriza por tener una ventana operativa muy pequeña, por lo que cualquier variación en las condiciones era crucial para su rendimiento. “Lo que descubrimos es que podemos tener el coche en una ventana, pero si el viento cambia y la temperatura de la pista cambia, rápidamente se sale de ella y eso estaba llevando a un bajo rendimiento. Sabemos que tenemos trabajo que hacer”.
Respecto a la cita de Japón, la estrategia de Mercedes fue a contracorriente con el resto de la parrilla. Sus neumáticos duros de inicio parecían ser una buena opción para ahorrarse una parada, pero no lo consiguieron. Aún así, los germanos reconocen que el coche se comportó como preveían en gran parte de la carrera.
“Nos quedamos un poco más en el segundo stint para abrir algo de hueco. Analizamos las curvas de los duros y los medios, pero no parecían muy diferentes. Al final de la carrera hacía menos calor, lo que puede haber ayudado. Pero el segundo y el tercer stint han ido bien. El rendimiento del coche estaba donde esperábamos que estuviera“, cerró el británico.
