El director técnico de Mercedes, James Allison, ha dicho que el equipo aún no ha identificado el problema en la unidad de potencia que provocó el abandono de Lewis Hamilton en el Gran Premio de Australia. El piloto británico se retiró en la vuelta 17 después de una pérdida de presión de aceite y seguidamente se le paró el motor del Mercedes.
Esta situación es poco común para Mercedes, y dentro del equipo se plantean cuál es el nivel de fiabilidad de sus motores. La unidad de potencia de Hamilton ha sido enviada a las instalaciones de motores de Mercedes en Brixworth, Reino Unido, para un análisis detallado. Allison ha expresado confianza en que Mercedes en Brixworth resolverá todas las causas que llevaron a Lewis Hamilton a abandonar el Gran Premio de Australia.
“Todo lo que conocemos son los síntomas en ese momento, que fue una rápida pérdida de presión de aceite seguida de una parada del motor para protegerlo. Cuando sabes que tienes una pérdida catastrófica como esa, lo mejor que puedes hacer para el futuro es acabar con ella en el acto, y así no tendrás una carga de metal fundido”, decía. Mientras tanto, en Mercedes están concentrados en mejorar el monoplaza de la actual temporada, el W15, en lugar de preocuparse por su fiabilidad.
George Russell también abandonó debido a un accidente en la última vuelta del Gran Premio de Australia. Es relevante destacar que la última vez que el equipo Mercedes se fue sin sumar puntos del circuito de Albert Park fue en 2018. A pesar de esta última carrera en Australia, Mercedes no está excesivamente preocupado por su fiabilidad. Históricamente han mantenido una excelente fiabilidad en sus monoplazas. En cambio, el equipo está centrado en mejorar su ritmo, ya que si logran mejorar este aspecto podrán competir con los equipos que están por delante de ellos, como McLaren, Ferrari y Red Bull.
