El punto clave del Gran Premio de Miami fue el coche de seguridad que provocó Kevin Magnussen, pero quizás llegó un poco antes. Max Verstappen cometía un error antes de su parada en la chicane, donde se llevaba el bolardo y dañaba su RB20.
Verstappen se tuvo que conformar con la segunda posición, ya que no pudo dar caza a Lando Norris en la relanzada, quien tenía mejores neumáticos al parar tan tarde. Christian Horner lamentó los daños que tenía el coche al impactar con el bolardo. “Golpeó el poste alrededor de la vuelta 20 y eso causó bastante daño en los bajos de su coche. Tenemos que ver cuáles fueron exactamente las consecuencias, pero tenía suficiente velocidad en ese momento”, decía el británico en unas declaraciones que recoge RacingNews365.nl.
Horner dio una estimación de lo que perdía Verstappen por vuelta. “Perdió dos décimas y media por vuelta en la primera curva, pero ¿se debió a los daños? Creo que se puede ver en las fotos lo que faltaba. Ya vimos en la carrera sprint que el margen no era lo suficientemente grande. Es un circuito difícil y el comportamiento de los neumáticos aquí es bastante único. Aunque consiguió la Pole el viernes y el sábado en la carrera sprint, nunca estuvo completamente contento con el balance del coche. Obtener el resultado que tenemos ahora es bastante positivo”, concluye el británico.
Por otro lado, Verstappen cree que el ritmo no estaba ahí. “El coche de seguridad no nos ayudó, pero todavía teníamos muchas oportunidades de ganar la carrera y, lamentablemente, nos faltó ritmo”, decía el neerlandés, que pierde por primera vez una carrera que ha terminado este 2024. “También tuvimos problemas con los neumáticos y el equilibrio del coche durante todo el fin de semana y nunca me sentí demasiado cómodo en el coche”, añadía el tres veces Campeón del Mundo.
