Sauber F1 team, Sauber Petronas, BMW Sauber, Alfa Romeo Sauber, Sauber Ferrari o solo Sauber. La Fórmula 1 despide al apellido que ha permanecido en su parrilla desde 1993, un equipo nacido a partir de un aficionado a las carreras como cualquier otro, Peter Sauber.
La andanza de Sauber en el automovilismo empezaba en las carreras de resistencia, donde obtuvieron las 24 Horas de Le Mans y el Mundial de Resistencia en 1989 y 1990, luchando contra grandes marcas como Porsche o Jaguar. En sus filas corrieron leyendas del automovilismo como Heinz Harald Frentzen o Michael Schumacher, y es así como la escudería de Hinwill dio el salto a la categoría reina.
En marzo de 1992, la escudería suiza anunció su presencia en la Fórmula 1 para el año siguiente. El modesto equipo debutó en el GP de Sudáfrica en 1993, en colaboración con la empresa motorista Ilmor (asociada con Mercedes), y su primera temporada transcurrió siendo un equipo de media tabla. Los pilotos fueron Karl Wendlinger y J.J. Lehto, que consiguieron puntuar varias veces a lo largo de la temporada, destacando un 5º puesto de Lehto en el debut del equipo. La escudería pudo quedar en el séptimo puesto del mundial de constructores.
En 1994, Lehto ficharía por Benetton y sería Heinz Harald Frentzen, un viejo conocido del equipo en el mundial de resistencia, quien ocuparía su lugar, mientras que Wendlinger mantendría su asiento. Este tendría un gran accidente en Mónaco que lo dejaría en coma 19 días, y estaría sin correr el resto de la temporada, siendo sustituido por Andrea de Cesaris, que a su vez sería sustituido por J.J. Lehto al final de temporada. El equipo alcanzó la octava plaza en constructores pese a los incidentes.
En 1995 cambiaron los motores Mercedes por los Ford. Frentzen seguiría entre sus filas, y Wendlinger volvía tras su lesión, pero sería sustituido en la cuarta carrera por Jean-Christophe Bouillon. Las carreras en los puntos eran ya habituales y prueba de ello fue el podio de Frentzen en el GP de Italia. El equipo se consolidaba como un proyecto fiable frente a los equipos que no obtenían resultados, y aparecieron por aquel entonces dos patrocinadores de mucho peso: Petronas y Red Bull.
Estos patrocinadores se combinaron en un precioso livery para la temporada 1996, donde debutaría a una gran estrella de la F1, que venía de ganar carreras con Benetton el año anterior, Johnny Herbert. Fue una temporada peor que la anterior. Herbert consiguió un podio en la única carrera en la que puntuó: Mónaco. Mientras Frentzen solo pudo puntuar tres veces y el equipo se mantuvo en séptima posición del mundial, igual que el año anterior.
En 1997 Frentzen partió hacia Williams, y Herbert permanecía en el equipo. Este año empezaría la alianza técnica con Ferrari, en donde los suizos llevarían el motor italiano bajo el nombre de «Petronas». Esto supuso un gran impulso al equipo en cuanto a recursos, y pudieron construir su propio túnel de viento y adquirir potentes ordenadores. Herbert lideró al equipo con un destacado podio en Hungría, mientras que el segundo asiento lo disputaban Nicola Larini, Gianni Morbidelli y el argentino Norberto Fontana. Este último protagonizó un tenso episodio con Jaques Villeneuve en la última carrera de la temporada en Jerez, donde recibió ordenes directas de Sauber para bloquear al canadiense, y así poder convertir a Schumacher en campeón.
Este hecho no le valió al argentino para mantener su sitio, y sería el francés Jean Alesi, ya al final de su carrera, quien ocuparía su asiento. Sauber se adaptó bien a la normativa y obtuvo un 6º puesto en constructores, con un podio de Alesi en Bélgica.
Ya en 1999, sin Johnny Herbert, Pedro Diniz y Jean Alesi solo pudieron obtener un 8º puesto en constructores, esta vez sin podios. Estos resultados se mantuvieron en el 2000, ya con Mika Salo en sus filas, siendo el finés el único en puntuar para el equipo.
La renovación en la dupla de pilotos sentó realmente bien en el equipo Sauber. Talento fresco llegaba por parte de Nick Heifeld y Kimi Räikkönen. El alemán procedente del equipo Prost, y el finlandés debutaba después de un año en la Formula Renault. Heidfeld lograba el primer podio del equipo desde 1998, en el GP de Brasil. La temporada transcurrió y el equipo obtuvo una gran cuarta plaza en constructores.
Räikkönen partiría a McLaren en 2002, y se marcharía del equipo de manera poco amistosa, pero su lugar sería ocupado por otra joven promesa, Felipe Massa. Heidfeld venció al brasileño, pero ambos obtuvieron la quinta posición en el mundial de escuderías. Massa pasaría a ser piloto reserva, y su puesto sería ocupado por un viejo conocido, que dejó la escudería allá por 1996. Heinz Harald Frentzen volvía al equipo tras su andanza por la parte media y alta de la parrilla.
En 2003, sería Frenzten el que conseguiría el único podio de la escudería, en Estados Unidos. El equipo finalizó 6º en la general. Heinz Harald dejaba las pistas de cara a 2004, y su asiento lo ocuparía Giancarlo Fisichella. Junto a él, Massa volvía a ser titular, ya que Heidfeld se marchaba a Jordan. El equipo estuvo a la altura y mantuvieron la 6º plaza, esta vez sin podios.
Red Bull fundaría su propio equipo a partir de 2005, por lo que la marca de bebidas dejaría a Petronas como patrocinador principal para 2005. El nivel del equipo bajó, esta vez con la presencia del campeón del mundo de 1997, Jaques Villeneuve en el equipo. Solo pudieron conseguir la octava plaza. Esto desembocaría en la marcha de Massa a Ferrari. Mientras, en Williams, el equipo inglés y la marca BMW rompían su alianza tras varios años de colaboración, y BMW se unía a Sauber para la temporada 2006. Comenzaba así un nuevo proyecto en donde los suizos no estaban bajo las órdenes de Ferrari, y tenían un motorista exclusivo.
Los alemanes trajeron de vuelta a Heidfeld, y mantuvieron a Villeneuve, pero, visto su bajo rendimiento, fue sustituido por el polaco Robert Kubica en el GP de Hungría.Fue en este GP donde Heidfeld consiguió el primer podio para los suizos, en una loca carrera ganada por Jenson Button. Mientras, Robert Kubica conseguía su primer podio en F1 en el GP de Italia, tan solo tres carreras después de su debut. El equipo finalizó en 5º puesto, pero con una clara sensación de mejora.
Llegó el 2007, y BMW se coló entre los equipos punteros de la parrilla aprovechando un bajón de rendimiento de Renault y Honda. Mientras Ferrari y McLaren luchaban por el mundial, BMW Sauber se mantuvo en una cómoda tercera posición con esporádicas apariciones en el podio. Fue el caso de Heidfeld en Canadá y Hungría. Además, Robert Kubica sufrió un espectacular accidente en el GP de Canadá, que le impidió participar en el GP de Estados Unidos. Su lugar fue ocupado por un joven Sebastian Vettel, que acabó octavo. Kubica regresó y demostró que estaba recuperado. El equipo terminó 3º en constructores, aunque finalmente fueron segundos tras la descalificación de McLaren por el famoso caso del «Spygate».
Pero el momento estelar del equipo llegaría en 2008. La marcha de Alonso de McLaren y el fichaje de Heikki Kovalainen dejaban a McLaren coja de un pie, y BMW aprovechó para colocarse como candidata a ambos títulos. Kubica lideraría al equipo, escudado por Heidfeld. En total fueron 11 podios para el equipo, y una sensacional victoria de Kubica en el GP de Canadá, en donde Lewis Hamilton se llevó puesto a Räikkönen en la salida de Boxes y ambos tuvieron que abandonar. El polaco era líder del Mundial. Sin embargo, una mala racha en las cuatro carreras finales del Mundial, sumado a un bajón de rendimiento del coche, provocaron que Kubica finalizara en 4ª posición y el equipo en el puesto tres de constructores.
El equipo ahora se centraba en 2009 como próximo objetivo, debido al radical cambio de normativa. Pero el increíble año de Red Bull y Brawn GP sorprendió a las escuderías que habían dominado el mundial los últimos años. El equipo bajó hasta la sexta posición, detrás de Toyota. Los 11 podios se redujeron a dos (Heidfeld en Malasia y Kubica en Brasil). El equipo ya había anunciado en verano que dejaría de competir en F1. Entre el bajo rendimiento de 2009 y la crisis económica del 2008, BMW dejó de estar interesada en la categoría reina.
Parecía todo perdido para Sauber, pero Peter Sauber consiguió recuperar el control de la escudería para el año 2010, pese a que el nombre seguiría siendo BMW Sauber por un problema logístico con la F1. Kubica fichó por Renault, y los suizos ficharon a Kamui Kobayashi y Pedro de la Rosa para la nueva era. El equipo volvía a estar en alianza con Ferrari y utilizaría sus motores por primera vez desde el 2005. La temporada empezó de mala manera, pero el japonés y el español consiguieron mejorar sus resultados a mediados de la misma. De la Rosa fue sustituido por Heidfeld para el GP de Singapur, y así hasta en final de la temporada. Anotaron una octava posición en constructores.
Para 2011 ficharon al mexicano Sergio Pérez, y mantuvieron a Kobayashi. La escudería pudo puntuar con más regularidad y acabaron séptimos en el Mundial.
La temporada 2012 fue un año muy positivo para los de Hinwill, aunque no mejor que 2008. Cuatro podios y una casi-victoria de Pérez en Malasia hicieron de este el último gran año de Sauber en la Fórmula 1. Un podio de Kamui Kobayashi en Japón es ahora mismo el último de la esudería en F1. Una sexta posición en constructores que sería su mejor posición hasta día de hoy.
La llegada de Nico Hülkenberg a Sauber en 2013 no pudo evitar que el equipo se quedara sin podios. Además, Kobayashi sería reemplazado por el mexicano Esteban Gutiérrez, y Pérez se habría marchado a McLaren. Descendieron una posición en el mundial respecto al 2012, pese a una gran actuación del alemán durante toda la temporada.
Para 2014, el equipo no contaba con el motor necesario para competir. Ferrari no había hecho sus deberes con el cambio de normativa, Sauber no había desarrollado un buen chasis y los pilotos con los que contaban (Adrian Sutil y Esteban Gutiérrez) no daban el nivel. Por ello, y por primera vez en la historia de la Formula 1, Sauber no anotó ni un solo punto en la competición, siendo superado incluso por el modesto equipo Marussia. Mientras, el único equipo que quedó por detrás de ellos, Caterham, desapareció al final de la temporada.
Pero de todos los pozos se sale, y llegó el 2015. El equipo había fichado a Marcus Ericsson y tenía un contrato firmado con el holandés Giedo Van der Garde para competir. Finalmente, el brasileño Felipe Nasr ocupó la plaza del holandés, y este recurrió esta decisión ante los tribunales. El piloto en cuestión llegó incluso a viajar al GP de Australia donde vistió los colores del equipo que le correspondía, y se comportó como si estuviera en un GP normal, sin poder subirse al coche.
El equipo llegó a un acuerdo con Van der Garde y la temporada continuó. Felipe Nasr sorprendió con una gran quinta posición en Australia, y una serie de buenos resultados mantuvieron al equipo en octava posición, por delante de un pobre equipo Manor Marussia y una escudería McLaren hundida tras una alianza fallida con Honda.
En 2016 pintaba mal para los suizos, y así lo fue. Manor resurgió de sus cenizas y consiguió un punto de la mano de Pascal Wehrlein en el GP de Austria, lo que hacía a Sauber colocarse como último equipo en el Mundial. En Brasil, Nasr consiguió una gran 9ª posición para adelantar a Manor en constructores, y el equipo lo celebró despidiéndole. No fue una posición muy relevante para el equipo, ya que habían encontrado nuevos inversores para paliar la crisis que sufría el equipo. Sin embargo, el equipo Manor desapareció tras quedar en última posición.
Para 2017, el equipo celebró sus 25 años en F1, pero lo que empezó como una celebración terminó convirtiéndose en un infierno. Ni el fichaje del talentoso, Pascal Wehrlein, pudo acabar con la sangría del equipo, que se confirmaba como el peor de la parrilla.
Nada más acabar la temporada, el equipo anunció su alianza con Alfa Romeo para la temporada 2018. El fichaje del prometedor Charles Leclerc y la presencia de Marcus Ericsson auguraban un año de transición para los suizos. Sin embargo, el rendimiento fue sorprendente y consiguieron estar regularmente en los puntos. Recuperaron así la 8ª plaza en la clasificación de equipos, y anunciaron el fichaje de Antonio Giovinazzi y la vuelta de Kimi Räikkönen.
Sin embargo, en este equipo en ascenso para 2019, se pierde algo que les ha acompañado durante años. El nombre de Sauber desaparece, de momento, de la Formula 1. Lejos quedan ya los podios de Pérez, los años de Heidfeld y Kubica, el debut de Vettel y Massa, la primera carrera de Räikkönen, los años de Alesi, los tiempos de Frentzen y aquel gran año de debut con Wendlinger y Lehto.
Son muchos los recuerdos que nos deja un equipo histórico. El equipo del pueblo, la fuerza de los modestos, el poder de la constancia… Grandes pilotos han pilotado los monoplazas del equipo suizo, y ahora lo harán en el equipo Alfa Romeo Racing. No habrá retorno de Kimi a Sauber, y puede que no veamos una nueva victoria de aquel modesto equipo de 1993. Puede que el apellido de un aficionado, uno más, no vuelva a estar en la parrilla. Pero lo que es seguro es que el equipo Sauber estará siempre en nuestros recuerdos como un equipo luchador, ya sea por poles o por puntos. Pero siempre luchadores.
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