La suerte del campeón que se dice. Séptimo triunfo en Gran Bretaña y 87 victorias en la Fórmula 1. Ha cruzado la línea de meta con la goma reventada tras pinchar su neumático delantero izquierdo.
En ningún momento, Hamilton ha sufrido la presión de Valtteri Bottas, gestionando gomas en todo momento. Aun así, le entró el miedo en esto momento: “Todo iba bien, las gomas se sentían bien. Valtteri estaba tirando fuerte y yo gestionando y él parecía que estaba tirando. Me dijeron que pinchó, yo miraba al mío, todo parecía bien, el coche giraba y pensé ‘quizás esté bien’. Al final he levantado un poco el pie”.
Tras ese pensamiento, llegaba el pinchazo justo al comenzar la última vuelta. Así explica el británico ese giro final: “En la recta se ha desinflado y tenía el corazón en un puño porque no estaba seguro de su pinchado hasta que pise el freno. Intenté mantener la velocidad, a veces salían despedidos trozos de neumático. Casi no llego y gracias a Dios lo hicimos. Le agradezco al equipo el trabajo, podrimos haber parado también”.
Tras eso, tocaba estar pendiente de Max Verstappen que había realizado su parada para intentar la vuelta rápida, si no hubiera parado, Hamilton hubiera perdido la victoria: “Intenté saber dónde estaba Max, había mucha comunicación. Me estaba dando la diferencia y como iba bajando todo y yo estaba pensando ‘cuanto me queda’. El coche giro bien en las enlazadas y luego tenía muchos problemas en la curva 15 y 16. He tenido subviraje y tenía que pisar. Nunca he vivido algo así, casi se para mi corazón”.
Sobre el factor suerte, Hamilton dice: “No sé si debo sentirme afortunado. Podría haber hecho un trompo, suerte por no perder la rueda, podría haber sido mucho peor”. Ahora bien, Hamilton mete 25 puntos a Valtteri Bottas en el Mundial. Esto será un gran golpe para todo lo que viene en este corto campeonato. La semana que viene, también cita en SiIlverstone, la octava victoria está cerca.
