La Fórmula 1 quiere enmarcarse como una de las categorías del automovilismo más sostenible. Para ello, debe buscar y encontrar nuevos elementos que reduzcan la contaminación que producen unos coches tan potentes. Entre las novedades para lograr ese objetivo, está la de usar un motor híbrido de nueva generación que funcione con combustible sostenible.
El futuro del automovilismo está ligado a la sostenibilidad. Los coches de la siguiente generación no se pueden permitir elevar, aún más, el alto nivel de contaminación que producen. Para ello, la Fórmula 1, en colaboración con la FIA, ha anunciado un conjunto de medidas para establecer unos objetivos medioambientales.
Algunas de estas medidas son: un motor de nueva generación con combustible sostenible, recibir la acreditación 3* de la FIA o reducir el número personas que viaja a los GP. Además, la F1 quiere usar fuentes de energía 100% renovables y firmar el Marco de Acción de Deportes para el Clima de las Naciones Unidas.
La Fórmula 1 afirma que en el último año ya ha implementado “acciones, revisiones y estructuras necesarias para la emisión de carbono cero”. Asimismo, se trabaja para eliminar objetos de plástico como botellas o cubiertos.
Paralelamente, Red Bull ha anunciado una campaña denominada “No bull”, la cual pretende que la propia escudería cumpla objetivos más agresivos. Por este motivo, la marca de bebidas energéticas quiere ir un paso por delante de la categoría.
Entre las medidas que ha anunciado Red Bull, destaca la utilización de energías renovables, cero residuos, utilización del calor residual de las operación para calentar la fábrica, incentivar un plan para compartir vehículos y la eliminación de plásticos y envases de alimentos desechables.
El jefe de Red Bull en la F1, Christian Horner, ha comentado que todos tenemos una responsabilidad medioambiental. Y añade: “Esto forma parte de una estrategia de evolución y un cambio de mentalidad en el que nos embarcaremos”.
