Max Verstappen cree que si la Fórmula 1 no hubiese decidido montar motores híbridos a partir de la temporada 2014 el dominio de Mercedes nunca hubiese existido. El holandés piensa que Red Bull seguiría al frente del Gran Circo, ya que la principal arma de las flechas plateadas desde el arranque de la era híbrida fue esa gran unidad de potencia que fabricaron.
Red Bull dominó de forma aplastante la Fórmula 1 de la mano de Sebastian Vettel en 2013, el último año con los motores V8. Sin embargo, en 2014 todo cambió con los motores V6 híbridos, ya que Mercedes se hizo con el mando de la categoría. Verstappen cree que sin ese cambio de propulsor la marca alemana nunca hubiese podido batir de forma contundente a su actual equipo.
“Siendo sinceros, creo que al final de 2013, si las regulaciones no hubiesen cambiado, Red Bull hubiera seguido dominando la Fórmula 1. Sin los motores híbridos podrían haber conseguido los mismos logros”, ha reconocido Verstappen.
Verstappen asegura que Mercedes llegó bien preparado para la era híbrida desde la primera carrera en 2014. En los últimos siete años los de Brackley han estado un peldaño por encima del resto y en eso tiene mucho que ver el gran rendimiento inicial que les permitió tomar ventaja. Además, deja claro que en 2020 han hecho una máquina muy superior con la que han ganado ambos campeonatos de forma merecida.
“El cambio de regulaciones le vino perfectamente a Mercedes. Ellos ya se prepararon muy bien para esta era, desde hace muchos años y llegaron muy bien equipados, con una gran unidad de potencia en la primera carrera. Eso les ayudó mucho en los primeros años”.
“Además, con el paso de los años, han hecho un coche más rápido aún, y también con una buena velocidad punta. Todo va mejor cada año para ellos. En 2020 han hecho un gran coche y han ganado, eso es algo que no se puede negar”, ha comentado Max para finalizar.
