Llegamos a la carrera en casa de Pirelli. Para el templo de la velocidad, como se conoce comúnmente al trazado de Monza, la marca italiana de neumáticos ha decidido traer los compuestos centrales entre todo el rango, es decir, C2 para los duros, C3 para los medios y C4 para los blandos. Esta elección está siendo la más escogida a lo largo de la temporada.
En los últimos dos años en la catedral de la velocidad, Pirelli ha traído los mismos neumáticos, aportando un buen balance para cualquier situación durante todo el fin de semana. El próximo Gran Premio de Monza trae como novedad la segunda clasificación al sprint de la temporada. Este cambio durante el fin de semana implica que tendremos 12 juegos de neumáticos por piloto en vez de los 13 que suele ser habitual. Estos consistirán en dos juegos de duros, cuatro de medios y seis blandos. Además, los equipos contarán con seis juegos de intermedios y tres de lluvia extrema en caso de que las condiciones meteorológicas sean bajo agua.
Durante la clasificación que se celebrará el viernes, solo se podrán usar los neumáticos blandos. En la clasificación sprint, que se celebrará el sábado, los pilotos podrán elegir libremente el compuesto sin necesidad de parar. Para la carrera del domingo los pilotos también podrán decidir su compuesto para el inicio de la misma libremente. El cambio obligatorio de compuesto se mantiene.
El trazado de Monza tiene como característica principal sus largas rectas precedidas de fuertes frenadas. Es una pista donde el estrés de las ruedas es muy alto, a pesar de que el asfalto no es excesivamente abrasivo. El ser un circuito esencialmente formado por rectas, se intenta que el downforce sea mínimo, por lo tanto, el grip es principalmente mecánico y eso significa las ruedas cobrarán gran protagonismo durante la carrera.