Unos de los fichajes más sorprendentes del año pasado fue el de Daniel Ricciardo al equipo McLaren. Nadie se lo vio venir y en seguida se crearon grandes expectativas para ambos. El coche mejoró respecto a la temporada anterior, pero la versión que Ricciardo mostró no era la que esperábamos, los resultados no llegaban.
Su debut en Baréin con los de Woking no fue malo, estuvo cerca de Norris y se llevó una buena séptima posición, el problema vino con las siguientes carreras. “Creo que lo hizo bastante bien en la carrera de Bahréin, pero eso fue con mucho tiempo de pruebas” decía Stallard en una entrevista con f1i.com refiriéndose a que los test de pretemporada se hicieron en ese mismo circuito.
“Luego, en Imola, expusimos los problemas que él estaba teniendo con el coche, y comprendimos el trabajo que tendríamos.”; “Ha habido una serie de carreras en las que, después de bajar del coche, se ha sentido frustrado y le he estado tranquilizando, diciéndole que en realidad estamos viendo un progreso y que todavía no tenemos los buenos resultados, pero llegarán“, añadía Stallard.
El parón de verano le ha venido muy bien a Ricciardo para hacer ‘borrón y cuenta nueva’. Lo que estaba haciendo no le servía para estar delante de Norris pero desde que volvimos en el GP de Bélgica lo hemos visto mucho más competitivo, buena muestra de ello es la victoria sorprendente que se llevó en el GP de Italia este año con un gran doblete para McLaren.
Ricciardo es uno de los grandes nombres de la Fórmula 1, estamos hablando de un piloto que fue capaz de ganar a Vettel y Verstappen como compañeros de equipo. Tal vez ellos no sean los mismos que ahora pero el australiano ya ha demostrado sus virtudes y talento en pista, ahora solo debe reencontrarse con él mismo y sacar su mejor versión.
