La Formula 1 ha introducido grandes cambios en la normativa de este año. Uno de ellos es el límite de presupuesto.
Este límite se introdujo en 2021, prohibiendo a los equipos gastar más de 145 millones de dólares por año. Esta cifra disminuyó a 140 millones en 2022 y se espera que se reduzca cinco millones más para el próximo año.
Sin embargo, algunos equipos empiezan a criticar este límite, que puede afectar al desarrollo anual de los monoplazas. Además, los team principals ya han empezado a discutir el impacto de la inflación y el aumento de costes.
Este techo de presupuesto excluye una serie de factores, entre ellos los sueldos de los pilotos y de los tres ingenieros con mayor sueldo. El sueldo de pilotos es muy dispar, teniendo en cuenta que un rookie cobra una cifra bastante menor que un campeón del mundo u otros pilotos consolidados.
Sin embargo, se empieza a especular que podrían crear un límite salarial para los pilotos. Uno de los primeros en dar su opinión ha sido Fernando Alonso, que considera que no es necesario, teniendo en cuenta lo mucho que se les pide para promocionar el campeonato. Esto ha comentado para Motorsport.com:
“No creo que sea necesario. Los pilotos siempre han estado fuera de esto. A los pilotos se nos usa cada vez más para promocionar la F1. Hacemos muchos eventos, estamos más en contacto con los fans. A los pilotos nos piden cada ves más mientras se benefician de eso. Deberíamos estar fuera de ese límite. Es algo muy complicado”.
Otros, como Lewis Hamilton, también han cuestionado el uso de un tope salarial para pilotos. Por otra parte, Frédéric Vasseur, jefe de Alfa Romeo, cree que el tope salarial de pilotos y los altos cargos, es el próximo tema que se debe debatir si se busca una mejor situación e igualdad financiera para los equipos.
La idea es limitar el presupuesto de los pilotos en 30 millones de dólares entre ambos pilotos. Si esta cifra fuese superior, el extra debería salir del presupuesto del equipo. Mientras, el límite de presupuesto sigue estando en boca de todos por la difícil gestión que supone, además del añadido de la inflación y aumento de costes provocados por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
