Pirelli esperaba una estrategia a una parada en el Gran Premio de Canadá. Además, las bajas temperaturas acompañaban para una baja degradación. Los equipos cambiaron sobre la marcha.
Después de las fuertes lluvias del sábado, el sol volvió a brillas en Montreal alcanzando los 25 grados en el ambiente y los 40 en la pista. La mayoría de los pilotos comenzaron con la goma media excepto Charles Leclerc, el único en ir a una sola parada junto a Lance Stroll, Valtteri Bottas y Lando Norris.
Con el primer coche de seguridad virtual provocado por Sergio Pérez, su compañero de equipo se arriesgó a montar el neumático duro cuando apenas se habían completado diez vueltas. El problema es que apareció el graining en los compuestos delanteros. Una vez que completó 43 vueltas con el neumático duro, Max Verstappen volvió a pasar a boxes para montar otro juego de compuestos blancos para llegar al final.
Gracias a esto, a pesar de que sus gomas eran más viejas que las de Carlos Sainz, se llevó la victoria. El madrileño también hizo dos paradas, pero alargó más los dos primeros stint. La segunda parada se realizó bajo el coche de seguridad, pero no fue suficiente para robar la victoria al actual Campeón.
El compuesto más duro fue el más utilizado durante la carrera y fue Kevin Magnussen quien más lo estiró completando 63 vueltas. Su degradación fue baja. El neumático medio mostró un equilibrio entre velocidad y degradación, con Fernando Alonso completando un stint de 28 giros al inicio, aunque sufrió mucho al final. El neumático blando no se vio durante la carrera.
“Fue agradable ver que nuestros nuevos neumáticos de 18 pulgadas ofrecían una competencia cercana en Canadá durante toda la parrilla, entregando algunas batallas muy reñidas. La misma estrategia, pero con tiempos ligeramente diferentes para Max Verstappen y Carlos Sainz establecieron una emocionante lucha hasta el final, en la que pudieron seguirse hasta la bandera”, comentó Mario Isola en un comunicado de Pirelli.
