Alpine se vio perjudicado de cara a Le Mans por una reducción de potencia. Esto dejaba a Toyota y Glickenhaus como posibles contendientes a la victoria. Debido a los problemas en ambos coches americanos, los nipones se llevaron la victoria.
Glickenhaus sumó su primer podio en unas 24 Horas de Le Mans con el coche de Ryan Briscoe, Richard Westbrook y Franck Mailleux. Sin embargo, en ningún momento estuvieron en posición para poner presión a los Toyota. La marca japonesa cree que esa diferencia de cinco vueltas al final de la carrera no representa la realidad.
“Glickenhaus estaba un poco atrasado por la noche, pero sus tiempos estaban exactamente a nuestro ritmo. Había tres coches en 3:27.7, por lo que en puro potencial estaban al mismo nivel. Simplemente carecían de consistencia en ciertas condiciones”, comentaba Pascal Vasselon según recoge Autosport.com.
El director técnico de Toyota dijo que la tensión no desapareció dentro del box y admite que todo salió perfecto. “Para nosotros las carreras nunca son aburridas, siempre estamos preocupados y sentimos que no tenemos margen, pero es cierto que no cometimos ningún error. Fuimos bastante consistentes”.
Toyota parte con una gran ventaja y es que lleva años en la Resistencia. Seguramente, el equipo americano llegará, pero no será en un futuro a corto plazo. “Nuestra fortaleza en comparación con Glickenhaus es adaptarnos rápidamente a cada conjunto de condiciones. Pero tienen el potencial. Teniendo en cuenta la juventud de su coche y su organización, es notable”.
Briscoe, piloto del #709, está seguro de que pueden dar guerra a Toyota en algunas rondas del WEC restantes. Recuerda que en Sebring podrían haber estado por delante si la carrera hubiera llegado a su fin. “Creo que les íbamos a ganar en Sebring si la carrera no se hubiera acortado. Estábamos por delante de ellos en estrategia. Así que creo que les estamos dando la pelea y creo que definitivamente presionaremos con fuerza”.
