Mercedes está fuera de la lucha por el Mundial después de ocho títulos consecutivos, algo que no ha conseguido ninguna otra escudería en Fórmula 1.
Los alemanes trabajan duro cada día para comprender el W13, el tiempo pasa y en la fábrica ya han comenzado las discusiones sobre lo que puede pasar la temporada que viene. Arriesgarse a un nuevo concepto no asegura que vayan a volver al frente. “Es una situación muy difícil porque obviamente tenemos un cierto concepto de coche. No es que podamos experimentar mucho este año y simplemente marcar cosas y probar”, explicaba Toto Wolff para Motorsport.com.
Desde que inició la temporada, Mercedes ha advertido que los datos recogidos en sus simulaciones no se acercan a la realidad. “Entonces, lo que decidamos para el próximo año debe evaluarse cuidadosamente porque claramente nuestros datos no nos dan los resultados y no se correlacionan con la realidad. Tenemos cambios masivos en el rendimiento que realmente no podemos controlar”, decía el jefe del equipo Mercedes.
La gran diferencia entre Mercedes, Red Bull y Ferrari es la forma que producen la carga aerodinámica. El W13 consigue su mayor rendimiento cuanto más bajo está del suelo, de ahí que haya tenido problemas de porpoising. De cambiar el concepto, Wolff asegura que no solo se cambiarían los pontones. “Es bastante difícil decir cuál es el concepto. Todos estos diferentes pilares del monoplaza se evalúan y podría significar que parte de eso se va y que parte se queda. Y eso es lo que estamos viendo en este momento”.
El límite presupuestario tampoco juega a favor de Mercedes, ya que no pueden cambiar su monoplaza de la noche a la mañana. Un chasis nuevo no vendrá esta temporada. “Tenemos un sobrepeso, que no hemos podido corregir porque estamos probando piezas en el coche para resolver nuestros diversos problemas”.
