El 2022 no ha sido un año fácil para Mercedes. Una tercera posición en el Mundial de Constructores que sabe a poco para ellos, después de la era dominante en la que parecían invencibles.
Aunque el final de temporada hace presagiar un retorno a la cima de los germanos para el año que viene, la campaña en general ha sido como la decoración de su coche, gris.
El W13 y su rompedor concepto de un monoplaza sin pontones hizo sufrir al equipo el primer tercio de 2022. Aún así, pudieron pelear hasta la última carrera con Ferrari por la segunda plaza de equipos.
Toto Wolff, en el podcast oficial de la Fórmula 1 Beyond the Grid, se mostraba conservador frente al reto de poder alcanzar a Ferrari y sobre todo a Red Bull en rendimiento puro para 2023.
“Soy alguien que siempre ve el vaso medio vacío. Si intentas ser lógico, Red Bull fue muy dominante durante la temporada. Sino no hubieran ganado más de 15 carreras este año, y hasta el final. Será muy complicado tener una cuesta de mejora más pronunciada que la suya, y también Ferrari”, comenzaba diciendo.
A pesar de esto, el jefe de Mercedes no descarta la posibilidad de luchar por los campeonatos en 2023, aunque prefiere no tratarlo como algo seguro.
“Con nuestros conocimientos y los valores del equipo, empoderamiento y no culparnos a nosotros mismos creo que estaremos en mejor forma el año que viene. Ojalá, ganando carreras por méritos propios y luchando por el campeonato. Pero, ¿es una certeza? Definitivamente no”, cerró Wolff.
Algo que sí hemos visto este pasado 2022 es que, aunque el monoplaza no acompañase, el equipo técnico y organizativo de Mercedes, así como sus pilotos, parecen preparados para volver a entrar en una contienda por quedarse en la cima de la Fórmula 1. Sólo el tiempo puede dar la razón a aquellos que creen en el retorno de las “flechas plateadas” o en el inicio de su caída.
