Ferrari calienta para la nueva temporada 2023 y para ello preparará tres días de test en Fiorano. Charles Leclerc y Carlos Sainz, pilotos titulares de la escudería, contarán con un día completo. Los pilotos reserva tendrán la oportunidad de subirse al monoplaza, pero deberán turnarse.
Ferrari ha finalizado los test de Pirelli, y, con el comienzo de la temporada a la vuelta de la esquina, los de Maranello están enfocados en volver a rodar. Mientras que el nuevo monoplaza para esta temporada termina de darse forma, Ferrari ha planteado unas pruebas con el SF-21. Según el reglamento, el coche más nuevo con el que pueden rodar en pista. Además, las gomas que se usarán no darán datos útiles a la escudería italiana de cara al nuevo curso.
El objetivo de estas pruebas privadas en el circuito de Fioriano es conseguir un mejor rendimiento para Carlos Sainz y Charles Leclerc. Contarán con una jornada completa. Ferrari lleva organizando varios años este tipo de pruebas, un momento perfecto para que los pilotos vuelvan a coger el ritmo de un Fórmula 1, ya que no se suben a él desde el Gran Premio de Abu Dabi. En una jornada similar a esta, Sainz se subió por primera vez a un Ferrari el pasado 2021.
Por otro lado, Robert Shwartzman y Antonio Giovinazzi tendrá la oportunidad de estrenar su nuevo rol como pilotos reserva con una sesión de test. Su turno llegará el último día de pruebas. A lo largo de la temporada, ambos pilotos serán los encargados de trabajar en el simulador, también asistirán a los circuitos y estarán listo para sustituir a la alineación titular si es necesario.
Tras un 2022 decepcionante, Ferrari está obligada a fabricar un coche similar al F1-75, pero mejorando sus prestaciones y fiabilidad. Mattia Binotto ya no estará al frente del equipo y se confía en el trabajo de Frédéric Vasseur para volver a lo más alto de la Fórmula 1. Algo que no sucede desde 2008.