Hace unos meses, el piloto francés, Romain Grosjean, fue confirmado como uno de los pilotos elegidos por Lamborghini para ayudar en el desarrollo del LMDh y sacarlo a la pista en 2024. Una de las partes de este acuerdo es que Grosjean se subirá al Lamborghini Huracan GTD Pro con el equipo Iron Lynx en carreras de la IMSA a lo largo de 2023.
El francés debutó en las 24 horas de Daytona, junto a Bortolotti, Caldarelli y Pepper, alcanzando un cuarto puesto en su clase. Así fue el balance de la carrera según el piloto recogido por Motorsport.com. “El Lamborghini es muy divertido. Disfruté mucho con mis compañeros de equipo. El balance de rendimiento (BoP) no estuvo a nuestro favor, así que sabíamos que era complicado. Aún así creo que hicimos un buen trabajo. Terminamos cuartos y a una vuelta del líder, teniendo un ritmo algo lento”.
“Quería hacer resistencia desde hace mucho tiempo. La IndyCar y la IMSA no se solapan, así que podemos hacer ambas cosas. Este año he hecho Daytona y haré Sebring. Probablemente Petit Le Mans también. El programa con el LMDh del año que viene incluye esta carrera además de las 24 horas de Le Mans. Cruzaré los dedos para que no tengamos IndyCar ese fin de semana”.
Romain Grosjean insiste en que su prioridad es la IndyCar, y que la resistencia se incluirá en la medida de lo posible, según el calendario. En cuanto a las perspectivas del francés en el campeonato americano de monoplazas, Grosjean se muestra optimista frente a una segunda temporada decepcionante. “Lo analizamos todos. No era un solo problema, eran una serie de cosas que podíamos hacer mejor, así que hemos trabajado en ello. El equipo ha hecho un gran esfuerzo y yo estoy haciendo mi propio trabajo”.
El ex piloto de Haas disfruta con lo que hace y está deseando la nueva temporada tras los test. “Para mí y para Olivier [ingeniero de carrera] será más fácil en este segundo año en el equipo. Lo que más me emociona es volver a subirme en un IndyCar. Es un sentimiento que me gusta tener, porque significa que me gusta lo que hago”.
