La única bandera roja del segundo día de test la ha provocado George Russell. El W14 ha sufrido un fallo hidráulico que le ha dejado fuera de combate después de 26 vueltas en la sesión vespertina.
Russell ha perdido un tiempo muy valioso a bordo del nuevo monoplaza de Mercedes. Poco pudo hacer para evitar este fallo que dejó caras largas en el garaje alemán. Este contratiempo se suma al que comentó Toto Wolff al terminar la sesión matutina.
El W14 parece tener problemas en temperaturas altas, algo que les condicionó para encontrar el equilibrio deseado cuando Lewis Hamilton estaba en el coche. “El coche está desequilibrado esta mañana y se puede ver que, al conducir, deja marcas negras al acelerar”, empezaba diciendo el dirigente austriaco para F1TV.
Wolff puso la excusa del calor, que no les dejaba encontrar “la configuración adecuada”, algo que definió como “parte del aprendizaje con un coche nuevo”. Es algo que Mercedes quería solucionar durante la tarde, pero seguro que en 26 vueltas no habrá dado tiempo.
Por otro lado, el austriaco tuvo una entrevista con Sky Italia y explicó la situación que se vive en el paddock. “Red Bull es rápido, pero también lo es Ferrari, porque marcan fácilmente una vuelta rápida, un poco como el año pasado. El nivel de estos dos equipos es muy alto. Nuestro objetivo debe ser luchar por el campeonato, pero lo que vemos no me hace ser optimista”.
Wolff sabe que su equipo es capaz de avanzar rápido. Prueba de ello es la mejora durante el 2022, nadie esperaba la victoria de Russell en Brasil. “Lo cierto es que somos un gran equipo que puede realizar desarrollos rápidamente. Necesitamos entender y analizar los datos. Tenemos todo lo que necesitamos para ser competitivos”.
En las primeras carreras, Mercedes podría introducir una serie de cambios en su monoplaza que les haga tener un concepto parecido al de los rivales, es decir, lo que sería una versión B del actual W14.
