Fernando Alonso tiene monoplaza para competir, para hacer soñar a la afición y es real que tiene el mejor coche desde la temporada 2012, cuando vestía el rojo Ferrari.
El podio 99 de Alonso no es casualidad, como sí lo fue el 98 conseguido en el Gran Premio de Catar 2021 cuando se dieron una serie de circunstancias. La pretemporada de Aston Martin ilusionó, a todos los aficionados nos gustaba soñar con la 33 para este Gran Premio de Baréin, pero al mismo tiempo sabíamos que no iba a ser posible. Red Bull es más fuerte e incluso Ferrari lo será en muchos circuitos del calendario.
El maldito suflé se salió del horno tras la jornada del viernes, sobre todo con el mejor tiempo de Alonso en los segundos entrenamientos libres. Empezaron a salir coincidencias extrañas, como aquella de que el piloto que lidera los segundos libres del primer Gran Premio acaba siendo Campeón del Mundo, algo que lleva sucediendo desde 2017.
Alonso volvió al frente en los terceros libres, pero en clasificación se mostró el ritmo real del Aston Martin. A medio segundo de Red Bull, por delante de Mercedes y justo detrás de Ferrari. ¿Quién nos lo iba a decir hace unos meses? A mí el primero, incluso me llegué a enfadar cuando se confirmó el fichaje, ya que por aquel entonces los británicos eran octavos en el Mundial.
El podio era posible este domingo y Fernando lo ha conseguido. Con un coche competitivo ha plantado cara a un siete veces Campeón del Mundo como lo es Hamilton, vaya adelantamiento en esa complicada curva diez del circuito de Sakhir. Si esto ha pasado en la primera carrera, qué pasará en las 22 que restan.
Después, una lucha entre españoles que volvió a ganar Alonso para conseguir su podio 99. Dejen de pellizcarse porque lo visto con el AMR23 en Baréin es real, nuestro Nano vuelve a tener un coche que le permite sacar lo mejor de sí mismo. Da igual que no consiga victorias este año, que no llegue la 33, pero nos vamos a divertir. Tampoco llegará el tercero, al menos este año, pero aquí uno que se levantará cada domingo como cuando tenía 9 y 10 años. Gracias Fernando, gracias Aston Martin.
