Tras el Gran Premio de Catar, las temperaturas extremas que experimentaron los pilotos, hizo que muchos tuvieran problemas físicos al acabar la carrera. Por ello, la FIA ha decidido implantar una nueva medida de seguridad, que incluya un equipo de refrigeración adicional para los pilotos.
Esto solo se aplicará en condiciones extremas, dónde la FIA podría activar este equipo que serviría para ayudar a los pilotos. Eso provocará, automáticamente, que el peso mínimo de los coches aumente y los equipos estarán obligados a destinar ese peso extra para montar elementos de refrigeración adicionales en sus coches. Uno de los pilotos más afectados en Catar fue Logan Sargeant, que abandonó la carrera muchas vueltas antes y tuvo que ser ayudado por sus mecánicos para salir del FW45.
Nikolas Tombazis, director de monoplazas de la FIA, ha explicado este mecanismo. “Eso supondrá un peso extra para los coches, probablemente unos dos kilos, que deberán llevar obligatoriamente y que deberán utilizar para refrigerar al piloto. Eso permitirá soluciones como los chalecos refrigerantes. Tenemos que concretar algunos detalles, pero queremos dejar claro que no se trata de algo que se pueda utilizar para obtener algún tipo de ventaja”.
Por mucho que añada peso al monoplaza, el director de monoplazas confía en que los equipos no rechazarán la idea. “Se hace con el propósito de refrigerar y es obligatorio. Así que, por lo tanto, podrías poner el lastre en el asiento, pero serías un poco idiota porque, como ya pasó en Catar, vimos a los pilotos en la última parte de la carrera cometer más errores. Creo que está claro que a los equipos no les interesa ignorarlo”, concluyó Tombazis en declaraciones que recoge Motorsport.com.
