El piloto catalán regresa al Dakar con el proyecto M-Sport y Ford, con el que espera estar entre los grandes. Nani Roma ha superado un cáncer y vuelve al desierto de Arabia Saudí con una gran sonrisa.
Para Roma será la vigesimosexta edición en el Dakar, esta vez con proyecto ilusionante, con el que ya cosechó un podio en el Rally de Marruecos en el pasado mes de octubre. De todos modos, el piloto tiene claro que será complicado con más de 5.000 kilómetros cronometrados. “Tiene pinta de ser duro. Los tres primeros días, la zona del Empty Quarter, el invento de las 48 horas tenemos que ver a nivel estratégico cómo va a ir”.
Nani Roma sabe que el Dakar es esto, exigencia y jornadas muy duras detrás del volante. “La parte norte será compleja, y la penúltima es donde se quedaron muchos tirado por pinchazos. Hasta el final va a ser duro, pero el Dakar es esto, y la carrera pone a cada uno en su sitio”. El objetivo es la segunda victoria, pero el barcelonés sabe que volver a esta competición es como ganar.
“Un año difícil es la realidad, la palabra cáncer para todos es compleja. Al principio costó mucho no saber cómo atacar el problema. Gracias a mi vida intenté aplicar lo que hago cuando preparo una carrera en la enfermedad. Estaban sorprendidos y pensaban que era un poco inconsciente de tratarlo así, pero me sirvió para superar los momentos difíciles. Hemos hecho un buen equipo para tirar esto para adelante”, explicó Roma sobre como pasó la enfermedad.
Asegura que cuando volvió a los entrenamientos fue duro, pero luego recibió la llamada de este nuevo proyecto con Ford. “Y que te llamen para esto te dan un plus de energía. Hubo un momento que pensé, ‘esto se ha terminado’ las carreras que son mi vida, pero aquí estamos. Nunca abandones. Hay gente que tiene un espíritu enorme y pasa, la enfermedad es lo que es y estoy aquí también porque ha ido bien”, concluía.