El jefe de equipo interino de Alpine, Bruno Famin, no tiene intención de renunciar a su rol a corto plazo en la Fórmula 1. El francés está cómodo al frente de la estructura y hasta que encuentre al candidato adecuado no habrá cambios. No hay prisa en Enstone para tener un nuevo líder, ya que se avecinan dos años de transición hasta la normativa 2026.
El nulo avance en prestaciones con su unidad de potencia ha dejado a Alpine a la deriva esta temporada. Los de Enstone han caído del cuarto al sexto puesto en el Mundial y el paso atrás le ha costado el cargo a Otmar Szafnauer. Famin ha llegado como sustituto interino y su tiempo al frente de la estructura será mucho mayor del que se esperaban en primera instancia.
Famin no tiene prisa para encontrar al nuevo jefe de equipo, ya que Alpine está ante dos años más de transición antes de la nueva normativa. La prioridad es sacar el máximo de la gente en su conjunto y así tener una mejor visión de cómo funciona la plantilla. Aunque se rumoreó la llegada de Mattia Binotto, no parece que vaya a haber grandes cambios allí.
“Mi máxima prioridad no es encontrar un sustituto, sino que la gente trabaje unida. En lo que a mi respecta, estoy muy contento con mi posición como jefe de equipo de Alpine en Fórmula 1. Mientras mi jefe no me diga que cambie nada, me quedaré”, ha comentado Famin.
Famin tiene claro que no se harán cambios en Alpine por hacer, dado que la idea es tener una base sólida para que el nuevo jefe pueda trabajar bien desde el primer día. Hay muchas cosas por descubrir dentro de la marca, quienes en un periodo de tres años ya atraviesan su segunda reestructuración, lo cual nunca es lo ideal en Fórmula 1.
“No soy partidario de cambiar una organización sin motivos aparentes. Puedes llevar a cabo cambios tanto como quieras y con la frecuencia que quieras, pero si la gente no quiere trabajar junta, nunca va a funcionar. Hay que descubrir más bien cómo trabajan y juntarla de la forma correcta para sacar el máximo de todo el equipo”, ha finalizado.