El nuevo reglamento de motores comenzará en 2026 y durante estos años la FIA junto a los equipos está terminando de detallar y desarrollar la nueva normativa. Al principio, los motores que se utilizarán hasta 2030 convencieron tanto a Audi como a Porsche de entrar en el campeonato, pero también se pedía más sostenibilidad.
Se ha llegado a hablar de crear motores donde el 50% de su potencia debía provenir de la parte híbrida, es decir, electrificar la mitad del motor. Esto supondría un aumento de energía eléctrica de 120 a 350kW. Muchos equipos actuales de F1 no están contentos con estos rumores, uno de los que más se ha pronunciado ha sido el motorista francés Alpine.
Bruno Famin, jefe interno del equipo Alpine, cree que todos en la parrilla comparten la preocupación por las nuevas unidades de potencia. “Lo que tengo que decir es que, ahora que el reglamento técnico de las unidades de potencia se ha oficializado hace bastante tiempo, casi un año y medio, todos los fabricantes de motores están trabajando duro”, dice Famin en Motorsport.com. Algo así como insinuar que todos los equipos presentes en la categoría están de acuerdo en lo que se está haciendo, y cambiarlo para contentar a nuevos llegados les parece irresponsable.
“Ya han tomado decisiones muy importantes en cuanto al camino que queremos seguir y la tecnología que queremos desarrollar. Cambiar ahora no será bueno. No es aceptable, está claro”, critica duramente el jefe interno de Alpine. Famin quita presión sobre los nuevos motores, y está convencido de que “con el nuevo reglamento de chasis encontraremos la manera de hacer buenos coches y un buen espectáculo”.
En caso de ocurrir este reparto 50-50 en los motores, la potencia del motor de combustión descendería un 25%, hasta unos 500CV para que la otra mitad fuese responsabilidad del motor eléctrico. También se espera el abandono del turbocompresor, algo que podría generar dolores de cabeza para los equipos con el retardo del turbo.
