Christian Horner, el director de la escudería Red Bull, se reunió este viernes con el abogado externo, que se encarga de recolectar todas las pruebas que acusan al británico de un posible abuso de poder.
La empresa de bebidas energéticas confirmó el pasado lunes que comenzaba una investigación para concluir si Horner había tenido un comportamiento inapropiado hacia una de las personas que trabaja dentro de la escudería. Christian se encontró con el abogado este pasado viernes. La reunión se llevó acabo en la capital inglesa, en Londres, y no en Milton Keynes, donde se encuentra la sede de la escudería.
Esto se hizo con el objetivo de evitar los encuentros con los medios de comunicación. Sky Sports F1 ha confirmado que el encuentro entre el abogado y Horner ha durado más de ocho horas. Todo son especulaciones hasta el momento y, simplemente, el máximo responsable del equipo ha negado las acusaciones, como era evidente. El proceso de investigación durará algo más de diez días.
La próxima semana se presenta el RB20, el monoplaza de la temporada 2024 con el que Max Verstappen espera conseguir su cuarto Mundial. Se baraja la idea de si Horner debería aparecer en el evento junto a los pilotos. Red Bull declaraba en un comunicado que salió a la luz el lunes pasado que “tras tener conocimiento de ciertas acusaciones recientes, la empresa inició una investigación independiente”.
“Este proceso, que ya está en marcha, está siendo llevado a cabo por un abogado especialista externo. La empresa se toma estos asuntos con extrema seriedad y la investigación se completará tan pronto como sea prácticamente posible”, declaró la empresa. Pase lo que pase, todo esto marcará un precedente en Red Bull, porque de ser despedido, sería complicado suplir el carácter de Horner al frente de un equipo como es Red Bull.
