El piloto madrileño se juega, una vez, su futuro en la Fórmula 1. Este miércoles se ha estrenado a bordo del SF-24 y es vital cogerle el truco y hacer un año para recordar.
Carlos Sainz estaba hablando con Ferrari para renovar, pero las cosas se torcieron en un momento dado. Lewis Hamilton activó su cláusula de salida en Mercedes y se confirmó su fichaje para 2025. Sainz, que fue el único en ganar una carrera con un mono diferente al de Red Bull en 2023, confirmó que “todo parecía ir en el sentido adecuado para firmar, pero finalmente no ha sido así, como habéis visto. Curiosamente, mi futuro se decidió antes de la primera carrera, pero que no iba a continuar en Ferrari”.
Hay muchos rumores en el paddock, pero Carlos comenta que no tiene ni una sola pista de cual puede ser su próximo equipo en la Fórmula 1. “No tengo ni idea de dónde voy a estar, y buscaré la mejor opción no sólo para 2025 sino también para 2026”, comentaba el piloto español en una rueda de prensa durante la pretemporada.
Llegó a Ferrari con la motivación de conseguir el Mundial, pero no ha tenido opciones. Abandonar Maranello será complicado y reconoce que las emociones florecerán según vayan pasando las carreras. “De momento las sensaciones que estoy experimentando no son tan especiales todavía, pero cuando llegue el último fin de semana como piloto de Ferrari, seguro que será emocionante”.
En Fórmula 1 siempre hay que rendir, pero será más crucial para Sainz. Este miércoles ha dado más vueltas en el SF-24, más las acumuladas en el shakedown, al que tiene que coger el truco lo antes posible. Ha terminado tercero en la primera jornada de la pretemporada. “El año pasado estábamos a cuatro o cinco décimas en condiciones de carrera. Con otro enfoque y otro coche, eso es lo que hay que recortar este año”, decía el madrileño.
