Al finalizar el Gran Premio de Australia, la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) abrió una investigación sobre la conducción de Fernando Alonso en la curva seis del circuito de Albert Park. La maniobra del español hizo que George Russell perdiera el control de su coche y se estrelló contra las protecciones en la última vuelta de la carrera.
Posteriormente, el piloto español se mostró sorprendido después que le cayera una sanción de 20 segundos. Esta penalización afectó los puntos dobles obtenidos por el equipo y empañó una carera en la que había demostrado un mejor ritmo que el resto del fin de semana.
Alonso, que cruzó la meta en sexto lugar, expresó su desconcierto ante la penalización, la cual estuvo relacionada con la forma en que se debía abordar ciertas curvas durante la carrera. “Un poco sorprendido por la penalización al final de la carrera respecto a cómo debemos afrontar las curvas o como debemos conducir los coches de carreras”, declaró el ovetense.
El español defendió su postura, argumentando que en ningún momento se busca cometer errores a las velocidades que se llegan con un Fórmula 1. “En la Fórmula 1, con más de 20 años de experiencia, con duelos épicos como Imola 2005/2006/ Brasil 2023, cambiar las líneas de trazadas, sacrificar velocidades de entradas para tener buenas salidas de las curvas, es parte del arte del autonomismo”, afirmó Alonso.
Asimismo, Alonso subrayó que en cada vuelta de carrera no se conduce al máximo, sino que se administra el consumo de combustible, neumáticos y frenos. “Nunca conducimos al 100% cada vuelta de carrera y cada curva, ahorramos combustible, neumáticos, frenos, por lo que es un poco sorprendente ser responsable de no hacer que cada vuelta sea igual”, explicó el español.
Finalmente, el piloto español agradeció a su equipo y se mostró optimista de cara a futuras carreras. “Tenemos que aceptarlo y pensar en Japón, tener más ritmo y luchar por posiciones de podio”, concluyó Alonso.
