El acuerdo que tienen firmado IndyCar, Chevrolet y Honda con los motores V6 biturbo de 2.2 litros expira en 2026. La serie americana ha iniciado conversaciones con sus fabricantes actuales y aquellos que están interesados en entrar a partir de 2027 en adelante.
Fue en 2012 cuando las especificaciones turbo V6 entraron a escena. Además de Honda y Chevrolet, también entro a la competición Lotus, pero después de una sola temporada abandonó la idea. La verdad es que su incursión fue desastrosa. Desde entonces Honda y Chevrolet han hecho un gran trabajo suministrando a una parrilla que se ha aumentando hasta los 27 coches a lo largo de estos años.
Tras las 500 Millas de Indianápolis, los dos motoristas introducirán los motores híbridos en el que aparecerá el ERS. Se convertirá en el nuevo motor hasta 2026. Los dos fabricantes han visto como sus costes han aumentado en los últimos años por culpa de esta parrilla tan amplía. De ahí que estén reclamando una tercera marca. La IndyCar trabaja en nuevas regulaciones ICE + ERS que podrían llamar la atención de otras marcas.
Mientras que la IndyCar está preparada para hacer cambios, desde Penske Entertainment, Mark Miles como director ejecutivo, asegura que no se ha tomado ninguna decisión. “Sin embargo, hay conversaciones en curso con nuestros fabricantes y otros posibles fabricantes y han sido realmente constructivas, pero no se centran simplemente en un enfoque de lo que apuntamos para 2027 con cualquier cambio que podamos hacer con respecto tanto a sistema de energía y el chasis”, comenta en declaraciones que recoge RACER.com.
Este medio también asegura que Hyundai y Toyota estarían en las conversaciones para unirse a la serie en 2027. Sobre esa nueva unidad de potencia no han trascendido detalles, pero la categoría americana habría escuchado sugerencias tanto de los proveedores actuales, como de los potenciales. Lo que está claro es que se mirará por la sostenibilidad y el primer paso importante se dio el año pasado introduciendo un combustible 100% renovable.
