El Gran Premio de Baréin sigue en la misma línea que cerró la temporada pasada, con otra actuación magistral de Max Verstappen y del equipo Red Bull. A pesar de que al inicio de la carrera la competencia estaban achuchando a los Red Bull, pronto se hizo evidente en que el equipo de las bebidas energéticas y el neerlandés juegan en una liga superior.
Desde el inicio de la carrera, Verstappen lideró todas las 57 vueltas del Gran Premio. Desde las primeras vueltas, el piloto neerlandés dejo atrás a Charles Leclerc y se distanció del grupo perseguidor, dejándolos a más de 22 segundos al final de carrera. Este domino no solo viene del propio Verstappen, sino también de figuras clave dentro de la cúpula de Red Bull, como Adrian Newey.
El piloto neerlandés ha comenzado la nueva temporada de la Fórmula 1 de manera exitosa, consiguiendo la pole position el viernes y liderando todas las vueltas de la carrera, además de marcar la vuelta rápida el sábado, logrando así el ‘Grand Chelem’. Este resultado impecable fue un golpe duro para sus rivales, que después de los entrenamientos libres y la calcificación parecían estar cerca de él.
Adrian Newey, el director técnico de Red Bull, expresó su sorpresa ante las sólidas actuaciones del equipo en Baréin. Aunque inicialmente no estaban completamente satisfechos con el rendimiento del monoplaza durante los entrenamientos, todo se perfeccionó de cara a la carrera. Newey destacó el esfuerzo de todo el equipo técnico y el personal en Milton Keynes, reconociendo que su dedicación fue fundamental para el resultado final en pista.
A pesar del impresionante esfuerzo en Baréin, Newey comentó que siempre hay margen de mejora, señalando que el equipo continuará trabajando en las áreas de desarrollo para asegurar un rendimiento aún mejor en las próximas carreras. “No estábamos completamente contentos con el coche, pero todo salió bien en la carrera”.
