Ferrari colocó a sus tres coches, contando con el equipo privado, en las tres primeras posiciones en la clasificación de las 6 Horas de Imola. La lluvia revolucionó la carrera y ninguno de los coches italianos terminó en el podio.
El gran error vino en la estrategia cuando llegó la lluvia al circuito italiano. De este modo, ningún coche se mantuvo en las posiciones de podio. “La carrera, cuando llegó la lluvia, estuvo condicionada por el error de no haber diferenciado las estrategias entre los tres coches que habían sido protagonistas hasta ese momento”, admitió el responsable de las actividades de GT y Resistencia de Ferrari, Antonello Coletta, según recoge el comunicado del equipo tras la prueba.
Todo pintaba bien tras la clasificación, pero Ferrari tiene que trabajar mucho en un aspecto que, en la Resistencia, tiene un porcentaje bastante alto en cuanto al resultado final. “Comentamos un resultado final que, lamentablemente, no representa el potencial de nuestros coches y es una pena terminar del podio frente a tantos aficionados que nos apoyaron aquí en Imola”, decía Alessandro Pier Guidi, piloto del #50 que clasificó tercero.
“Hicimos una gran salida y gestionamos bien la primera mitad de la carrera. Conocemos el deporte del motor y a veces se puede pasar de un momento de alegría a una decepción. Por tanto, dejamos a Imola consciente de nuestro potencial y también de que tendremos que seguir mejorando. Ya estamos pensando en la próxima ronda en Spa en mayo, donde queremos volver a conseguir un gran resultado”, añadía el piloto italiano.
El mejor Ferrari fue el #51, gracias a que Antonio Fuoco superó a Brendon Hartley en la parte final para terminar cuarto. “La carrera era muy prometedora al principio. Y en las primeras horas demostramos que teníamos un buen ritmo, luego las condiciones meteorológicas cambiaron y no pudimos terminar las 6 Horas de Imola como nos hubiera gustado”, comentaba Nicklas Nielsen, compañero del italiano.