Después de una semana de descanso, la Fórmula 1 regresará a Japón para competir en el legendario circuito de Suzuka. Desde el 1987, que se disputa el Gran Premio de Japón en este trazado, siempre se ha disputado en la parte final de la temporada, pero en esta ocasión, se celebrará en abril por primera vez en su historia.
Esta modificación en el calendario es significativa, considerando que hace apenas seis meses, en la temporada 2023, se disputó el Gran Premio de Japón. El icónico trazado de Suzuka, propiedad de Honda, tiene una longitud de 5.807 kilómetros y se caracteriza por su diseño único en forma de ocho, una característica única en la Fórmula 1.
El circuito cuenta con 18 curvas, entre las que destacan la famosa Spoon, la 130R y las enlazadas del primer sector, donde la carga aerodinámica de los monoplazas jugaran un papel crucial. Además de ser un circuito exigente para los pilotos, representa un verdadero desafío para los neumáticos, con altos niveles de degradación debido a las curvas de alta velocidad. Pirelli lleva los compuestos más duros (C1, C2 y C3) para mitigar este desgaste y asegurar un rendimiento óptimo. Estos neumáticos son los mimos utilizados que en la primera carrera de la temporada en Baréin.
Se espera que durante el fin de semana las temperaturas estén entre los 8°C y 13°C, lo que influirá en las decisiones estratégicas de los equipos. Según las simulaciones de Pirelli, se prevé una carrera a dos paradas. Sin embargo, las bajas temperaturas podrían afectar negativamente el rendimiento de los neumáticos si varios pilotos van a una sola parada.
Este año, el Gran Premio de Japón coincide con el apogeo de la temporada de sakura, ofreciendo un espectáculo impresionante para los aficionados que visiten Japón. Además, después de la carrera, se llevarán a cabo dos días de tests para probar los nuevos neumáticos Pirelli. Los encargados de realizar estas pruebas serán el Stake y el Visa Cash App RB.
