Max Verstappen saldrá sexto en el Gran Premio de Mónaco después de sufrir mucho con el RB20. El neerlandés insiste en que lo ha intentado todo, pero ha cometido un error en su último intento de la Q3 y eso le ha condicionado.
La clasificación en Mónaco es un 90% del Gran Premio por lo difícil que es adelantar. Verstappen no ha tenido su día en las calles del Principado, porque solo ha podido ser sexto y además su compañero de equipo, Sergio Pérez, saldrá 18º tras quedarse fuera en la Q1.
“Ha sido un reto muy grande. Sentía que estaba pilotando un kart, sin suspensión, saltando… No puedo culpar a esa parte del coche porque hemos intentado todo para solventarlo y que sea más conducible, pero todo lo que intentamos no marcó ninguna diferencia. Y eso es lo que nos preocupa, pero lo hemos dado todo”, ha explicado Max en declaraciones a DAZN F1.
“He empujado hasta el límite y me he sentido cómodo empujando hasta el límite, que no siempre es el caso en Mónaco. Cuando contaba, claramente nos faltaba. Estaba perdiendo demasiado en los pianos, estoy pilotando rodeándolos”, ha añadido.
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Red Bull sabe que se dejan el tiempo en los pianos, porque el coche rebota mucho. Esta línea es en la que ha insistido Helmut Marko, asesor del equipo, al afirmar en Sky Alemania que el problema es que “el coche rebota como un canguro”.
“Los pianos y los baches. Nuestro coche salta y eso es algo muy importante poder controlar aquí en Mónaco”, ha añadido Max. Marko también ha reconocido que “el problema fundamental no son las pista, sino que la correlación entre el simulador y la pista no funciona. En el simulador pasamos por encima de las aceras sin problemas”.
