Fernando Alonso, tras su retirada de la Fórmula 1, se encuentra en busca de nuevos retos en su carrera deportiva además del WEC, las 24 horas de Daytona y las 500 millas.
El piloto español se encuentra en Sudáfrica, concretamente en el desierto de Kalahari, donde ya ha tenido la oportunidad de subirse al Toyota Hilux del Dakar. En esta primera toma de contacto del asturiano con este coche le ha acompañado Giniel de Villiers. En un primer momento, ha sido de Villiers quien ha manejado el coche para después cederle el testigo al ovetense. Alonso realizará un nuevo test en la jornada de mañana.
Alonso ha explicado qué sensaciones ha tenido en esta nueva experiencia y cuáles han sido las mayores diferencias que ha encontrado respecto a otros coches que ha pilotado: “Ha sido divertido, diferente, sin duda, pero interesante. El coche acepta una cantidad de maltrato importante, más de lo que estoy acostumbrado a tener. Pero fue muy divertido. Esta posición de conducción es la más alta en la que he estado en un coche de carreras. Es una gran experiencia y estoy muy agradecido a Toyota. Para ellos es como una autopista, pero para mí es bastante duro, con varios saltos aquí y allá, con muchas rocas… Las dunas pequeñas de allí al fondo… algunas de ellas son ciegas cuando subes y tienes que entender la velocidad a las que tienes que subir. Un montón de cosas nuevas. Fue bien, fuimos aumentado la velocidad un poco vuelta tras vuelta y ganando más confianza. Todo es muy diferente. Todavía los baches son complicados de leer, de saber la altura que tienen y a qué velocidad tienes que pasarlos. El coche va bien, con buen agarre, equilibrio, potencia y frenada. Todo se siente increíble. Todavía son los primeros minutos en el coche, pero me siento cómodo, más de lo que pensaba seguramente, a pesar del calor que hacía dentro”.
Glyn Hall, jefe del equipo, ha alabado la capacidad de adaptación del piloto asturiano: “Fernando se ha adaptado muy rápidamente, pero es lo que esperábamos. Está tomando el planteamiento correcto, aumentado la velocidad poco a poco, acostumbrándose al pilotaje. Hemos creado dos circuitos: uno de 8 km y otro de 17. El propio Fernando decidió empezar con el de 17 a través de las dunas, lo cual es realmente especial. Pero todavía queda mucho por hacer y esta disciplina es muy complicada y hay que subir un peldaño cada vez”.
Alonso se encuentra actualmente disputando la supertemporada 2018-2019 del WEC y en el mes de mayo estará en las 500 millas de Indianapolis, pero no se sabe todavía cuál será el siguiente paso que dará. Habrá que esperar a ver qué sensaciones le dejan estos dos días de test y si decide participar en el próximo Dakar. El asturiano explicó hace ya unas semanas que lo que resta de este año lo dedicará a prepararse para el 2020: “Se han acercado a mí diferentes categorías y diferentes equipos para competir en carreras icónicas, pero los he rechazado a todos. No es el momento adecuado. La segunda parte de la temporada se basa, con suerte, en más preparación para las grandes carreras de 2020. No planeo añadir demasiadas citas este año, sino más para el próximo año. Eran rumores, todos empezaron como un rumor, pero algunos de los directores o promotores de esos campeonatos lo leyeron y me llamaron. No hay nada realmente en el radar que quiera hacer. Pero estoy totalmente abierto a disputar más cosas”.
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