Alpine se sitúa en el sexto puesto del Mundial de Constructores después de cuatro carreras. Luca de Meo, CEO de Renault, está satisfecho con los resultados cosechados hasta el momento, pero admite que hay un gran margen de mejora.
“En primer lugar, no hay duda de que el nuevo motor funciona. El chasis y la aerodinámica se han desarrollado sobre conceptos ya existentes, lo que significa que podemos tener más margen de desarrollo que los equipos que han adoptado enfoques extremos”, explicaba de Meo en una entrevista para Corriere della Sport.
Alpine ha pasado por una restructuración de personal importante, pero parece que ha terminado. “Hemos contratado o reubicado en la organización a personas clave, como son Matt Harman, Otmar Szafnauer, Bruno Famin y Pat Fry”.
Él mismo esperaba que todo iba a estar resuelto mucho antes. “Nuestro objetivo siempre fue formar un equipo homogéneo, y eso es lo que nos faltaba al principio. La verdad es que pensé que tardaría un año en arreglarlo, pero no nos equivocamos y seguimos el plan establecido”.
Alpine sabe lo que es ganar un Campeonato Mundial, precisamente con un piloto que hoy está en sus filas, Fernando Alonso. Quieren volver a esa situación, pero no se ponen una fecha. “Nuestro objetivo es poner a todos en una posición en la que puedan trabajar de la mejor manera posible. Desconfío de los que explican cuándo y cómo ganar un mundial”.
De Meo pone de ejemplo a Ferrari, quienes han luchado mucho para volver a donde están ahora. “Así es como funciona. Te pasas dos años juntando todas las piezas, paso a paso, y de repente, se alinean las estrellas. Ferrari parece estar en ese camino. También funcionó para Mercedes, pero ellos se beneficiaron de un conjunto de normas que les dio dos años de ventaja respecto al resto. Este es un deporte extremo, porque incluso las dos décimas que pierdes en la parada de boxes cuentan”.
