Ferrari se ha trasladado hasta Fiorano, un viaje corto, para realizar un test de dos días con pista mojada. Los italianos montaron los compuestos de lluvia que está fabricando Pirelli para 2023.
Carlos Sainz fue el primero en salir a pista con el F1-75 durante la jornada del martes, mientras que Charles Leclerc se subió al monoplaza el miércoles. El programa se completó con algún que otro contratiempo, pero Pirelli pudo aprender lo suficiente para seguir desarrollando sus gomas.
La pista de Fiorano está equipada con un riego automático, la única junto a Paul Ricard. Sainz sufrió un trompo que no supuso ningún problema para el programa de trabajo que los técnicos habían preparado. Ferrari, de momento, es el equipo que más colabora en el desarrollo de compuestos, ya que se juntaron hace unas semanas en el Enzo y Dino Ferrari después del GP de Emilia Romagna.
Para no crear debate, como pasó durante esos test, Pirelli no ha querido subir ninguna foto en sus redes sociales, como siempre ha hecho. Después de esa carrera en Imola se abrió una investigación, ya que se pensaba que Ferrari había probado nuevos suelos, pero no, ya lo usó durante el Gran Premio de Australia.
Leclerc no tuvo ningún problema dentro de la pista. Tuvo el privilegio de conducir un 312 de 1967 que estaba siendo restaurado por el departamento de clásicos de Ferrari. El monegasco tuvo la oportunidad de dar una vuelta con este histórico después de estrellar uno de los coches míticos de Niki Lauda en Mónaco.
