Porsche lleva buscando la asociación con Red Bull desde hace muchos meses. Para ellos, entrar a la Fórmula 1 es importante, pero no podrá ser con la escudería austriaca.
La idea de Red Bull era que los alemanes participaran en el departamento de Red Bull Powertrains en sus nuevas instalaciones, aunque Porsche buscaba una división en igualdad de condiciones en la toma de decisiones. Porsche ha anunciado este viernes que las conversaciones han acabado. “Obviamente, con Red Bull convirtiéndose en un fabricante de motores en 2026, siempre fue natural tener conversaciones”, comenta Christian Horner para Motorsport.com al conocerse la noticia.
El jefe de Red Bull explica que el proyecto está bien consolidado, que nunca pensaron en un tercero para fabricar su unidad de potencia a partir de 2026. “Esas discusiones ahora han concluido, y el consenso fue que no era lo correcto para la participación de Red Bull en la F1. Nos comprometimos a convertirnos en fabricantes de sistemas de propulsión hace un año y medio, o poco más. Hemos invertido mucho en instalaciones y personas, y el primer motor Red Bull se encendió hace aproximadamente un mes”.
Horner, básicamente, viene a decir que el acuerdo no se alcanza porque no comparten las mismas ideas. “Pero solo si encajara con nuestro ADN y nuestra estrategia a largo plazo. Nunca hubo una discusión financiera. Porsche es una gran marca. Pero el ADN es bastante diferente. Durante el proceso de discusión quedó claro que había una falta de alineación estratégica”.
Esto no quiere decir que Red Bull se quede en solitario. Horner no descarta abrir las puertas a otro socio. “Estamos completamente enfocados en una unidad de potencia de Red Bull. Y si hubiera un socio de ideas afines que pudiera contribuir con algo al proyecto, entonces, por supuesto, tendrías que considerarlo absolutamente. Pero no es un requisito previo. Seremos el único equipo, además de Ferrari, en tener motor y chasis, todo en un campus bajo un mismo techo”.
