McLaren no consiguió el ritmo deseado con el MCL36. Sus pilotos argumentaban que era un coche muy difícil de conducir. Lando Norris ha insistido durante el invierno que el MCL60 tendría que dejar ese hándicap a un lado, aunque comprometiera su rendimiento.
El piloto británico termina su contrato con McLaren a final de 2025. Muchos sospechan que su salida es inminente, sobre todo con la retirada de Lewis Hamilton en el horizonte. Está claro que, como cualquier otro, Norris quiere ser Campeón del Mundo y por el momento, los de Woking no están dándole el coche, pero confía.
McLaren perdió la cuarta plaza en 2022, aunque fueron el único equipo en subir al podio sin tener en cuenta a los tres grandes. “Ha habido un poco más de presión de mi parte desde el año pasado hasta este año para no solo tratar de crear el mejor coche, también que sea mejor para conducir en aspectos general y desbloquear un equilibrio diferente”, comentaba Norris en la presentación del MCL60 ante los medios.
El joven británico insistió en ello porque cree que será el paso natural para ser un equipo puntero. “Para que empecemos a dar los pasos más grandes, debemos tratar de cambiar algunas cosas más fundamentales, algunas cosas con las que creo que, como equipo, hemos luchado durante los últimos tres o cuatro años. Eso es algo en lo que presioné bastante la temporada pasada”.
Norris sufrió en el MCL36 en cada curva, en todos los circuitos. Para él fue imposible sacar un mayor rendimiento. “Tuve que adaptarme y cambiar mucho mi estilo de conducción. Cada curva estaba en el filo de la navaja. Es imposible estar en él en cada vuelta, en cada calificación y en cada carrera. Luché por encontrar el límite”.
Con el nuevo monoplaza ante sus ojos, Norris esperaba que los cambios les ayudarán “a movernos en la dirección correcta”. Habrá que esperar para saber si funciona. “Esta es otra nueva temporada, otro coche nuevo y un nuevo compañero de equipo, por lo que habrá muchos desafíos nuevos”.
