Christian Horner, jefe de equipo de Red Bull, opina que las reglas del parc ferme en los fines de semana con carrera Sprint “son una broma” y deberían de cambiar para que no perjudiquen a los equipos.
El nuevo formato Sprint estrenado este año ha hecho que las escuderías tengan que establecer la configuración de los monoplazas tras tan solo una hora de entrenamientos libres. Esta fue una de las causas principales de la descalificación de Lewis Hamilton y Charles Leclerc en Austin. Muchos expertos creen que el desgaste de la placa del suelo de coche es una consecuencia de la falta de oportunidades de aprendizaje.
A esto también se le suma el hecho de que hasta cuatro pilotos tuvieron que cambiar su puesta a punto antes de la carrera, lo que les hizo empezar desde el Pit-Lane. Es por ello que para Horner aún hay mucho margen de mejora en este aspecto. “El parc ferme es una broma. Solo hay una sesión para hacer la configuración del coche y luego los ingenieros se pueden ir a su casa”, dijo el inglés.
Así pues, el jefe de Red Bull se suma a la opinión de su piloto Max Verstappen, que ya había criticado el formato Sprint anteriormente. “No estoy seguro de si esto es lo que realmente quieren los aficionados. Deberíamos consultarles a ellos y conocer su opinión para ver lo que quieren en un futuro”.
“Hay que analizar a final de año la popularidad entre los aficionados de este tipo de fines de semana. Al fin y al cabo, esto solo se ha creado para dar más espectáculo y conseguir un producto mucho más atractivo para el consumidor. Si los pilotos y los equipos disfrutan y encuentran que un formato merece la pena, creo que en última instancia los aficionados también lo disfrutarán”, concluyó Horner.
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