Carlos Sainz tiró de estrategia en la Etapa de 48 Horas al saber en la primera parte que estaba delante de todos. Para la segunda le quedaban 140 kilómetros, se dejó algo de tiempo, pero su ventaja en la general es de 20:21 minutos sobre Mattias Ekström.
Quien se lo iba a decir a Sainz, y sobre todo a Audi, que iban a estar liderando el Rally Dakar 2024 a la jornada de descanso. La segunda semana hacia Al Duwadimi, pasando por Ha’il, AlUla y llegando Yanbu será muy complicada. La Especial más corta será de 371 kilómetros y la última, con 175 kilómetros cronómetros.
Sainz dice que, la primera semana del Dakar, ha sido dura. “Creo que es un día de descanso merecido, que va a venir bien. También para el coche es fundamental. Sabéis que es un coche complicado, que requiere atención, que requiere, como todos los coches en el Dakar, cambiar ciertas piezas, que es lo que están haciendo ahora los mecánicos”, decía en una entrevista para AS.com.
Esta edición está demostrando que todo puede cambiar en apenas pocos kilómetros, los cambios de líder y sorpresas han estado a la orden del día. “Pero a la vez muy cautos, muy muy cautos, y con ganas de afrontar esta segunda semana, como dije ayer, con la humildad de saber que queda todavía mucho por llegar”.
Sainz nombre a dos rivales, evidentemente, el más peligroso es el que comparte equipo con él. “Es el conjunto, por supuesto, Mattias Ekstrom y Sebastien Loeb están a una distancia que no es prácticamente nada en este rally. Por lo tanto, los dos, pero bueno, en cuanto a equipo, pues yo creo que Audi está en una excelente situación de momento y tenemos que intentar aprovechar esta oportunidad”.
Dos rivales que no han ganado esta carrera y quizás sea la ventaja para el madrileño. “Imagino que a Mattias o a Sebastien Loeb, que no ha ganado nunca el Dakar, acabar segundo o tercero no le vale para nada, entonces estoy seguro que van a tomar riesgos y que van a apretar fuerte y yo trataré de hacerlo lo mejor que pueda”.
Muchos podrían pensar que Sainz lo tiene todo de cara, pero queda mucho por delante. Sainz no quiere hablar de futuro, ni tampoco de una supuesta victoria. “Ahora lo único que me preocupa es mañana, la etapa de mañana, luego me preocupará la etapa de pasado mañana y así voy a ir día a día y cuando acabe, pues ya veremos”.
La fiabilidad es clave en el Dakar, pero el RS Q-etron E2 es complicado y siempre hay miedo de que algo falle. “El rendimiento del coche estábamos, si recordáis conversaciones, declaraciones, estábamos con confianza de que veníamos mejor preparados que el año pasado. Cuando tienes un coche tan complicado, digamos que siempre tienes un poco más de miedo a que algo pueda fallar, pero el trabajo que está haciendo el equipo”, concluía Sainz.
