Charles Leclerc asegura que, tras pilotar por primera vez el SF-24, se siente un coche mucho más sólido que el de 2023. El monegasco remarca que la evolución en el último año ha sido realmente buena y confía en seguir en esa línea durante la temporada. Están en una mejor posición, aunque ahora, falta por ver lo que han hecho todos sus rivales.
Leclerc recuerda que las primeras vueltas en Fiorano con el SF-23 no fueron nada bien. Charles no quedó nada contento con el comportamiento del coche y las sensaciones han sido muy diferentes esta vez. Hay optimismo en el monegasco, quien no gana desde Austria en 2022 y le gustaría volver a la senda de la victoria en el presente ejercicio.
“Recuerdo la primera vuelta con el coche del año pasado y aunque no fuese la primera, sino la tercera o cuarta, no estaba nada contento con el comportamiento del SF-23. El coche era muy difícil de pilotar, se siente más saludable y en una mejor posición”, ha comentado Leclerc.
“Quiero apretar en un aspecto también que no esté relacionado con la competitividad del coche. Otros equipos quizá hayan dado un paso hacia delante grande en lo que a ganancia de tiempo respecta. Si se da el caso y es un coche más fácil de pilotar, pero no lo suficientemente rápido, no nos vale tampoco”.
Por otro lado, Leclerc no quiere dejarse llevar por las sensaciones de Baréin. El monegasco siempre ha ido muy bien en el circuito que ha abierto la temporada en los últimos años, pero ve necesario esperar dos carreras más para ver el rendimiento real de cada equipo. Las prestaciones de cada uno pueden variar de una pista a otra, ya se vio, claramente, en 2023.
“Mirando atrás al año pasado, creo que siempre necesitas esperar a las dos o tres primeras carreras para entender el tipo de paquete que tienes en circuitos diferentes. A veces, puedes parecer muy fuerte en un circuito, luego vas a otro y sufres mucho más”, ha finalizado.