A pesar de que los Penske lideraron la tabla en el primer día de clasificación en las 500 Millas de Indianápolis, muchos motores Chevrolet sufrieron fallos. Sobre todo, en el caso de McLaren, por no hablar del apagón que sufrió el coche de Agustín Canapino cuando rodaba para colarse en el TOP 5.
La primera alarma saltó cuando Kyle Larson, con el #17 de McLaren, tuvo que abortar su intento tras dos vueltas. Los problemas volvieron a surgir cuando Patricio O’Ward, su compañero, sufrió un problema similar. Como decíamos, otros equipos también sufrieron contratiempos cerca del final del día, incluidos Conor Daly, Canapino y Christian Rasmussen.
De todos modos, al Fast 12 entraron nueve coches con motor Chevrolet, incluida la primera fila para Penske, que no sufrió ni un solo problema. Rob Buckner, director del programa de Chevrolet en la IndyCar, explicó lo sucedido. “Estos motores están funcionando al filo de la navaja aquí este fin de semana, y estamos esforzándonos para lograr el máximo rendimiento”, decía en declaraciones que recoge Motorsport.com.
“Encima de las culatas, en el sistema de entrada de aire del motor, hay una cámara impelente. Hay algunos inyectores de combustible que, mientras estos motores se mantienen a alta velocidad, esa cámara está muy llena de combustible. En algún momento, la cámara ignora ese combustible y termina evaporando su carga de aire de combustible. Las temperaturas aumentan rápidamente, y prácticamente… para el piloto es una percepción de que el motor se apaga, y varían en duración, varían en severidad”, explicaba Buckner.
Jim Campbell, vicepresidente de GM Performance y Motorsports, también comentó y aseguró que están haciendo todo lo posible para dejar los motores impolutos de cara al Fast 12. “Estamos presionando tan fuerte como podemos. Este año tenemos nueve de los Fast 12. El año pasado tuvimos ocho de los Fast 12, pero no conseguimos la Pole el año pasado, así que estamos presionando para conseguir la Pole”.
