En su undécimo intento para correr las 500 Millas de Indianápolis, Charlie Kimball se quedó fuera de la carrera por primera vez.
Kimball nunca ha tenido que participar en el ‘Last Row’ y este ha podido con él. Su peor clasificación fue la temporada pasada, también con AJ Foyt Enterprises, saliendo desde la vigésimo novena posición. En ninguno de sus dos intentos se quedó cerca de los tiempos que firmó Simona de Silvestro. El de Reino Unido subió al podio en 2015 con Chip Ganassi, equipo al que perteneció siete años y que le hizo debutar en IndyCar.
A falta de cinco minutos para terminar esta sesión de clasificación, AJ Foyt puso en pista al #11, pero la media quedó en 227.584 mph, mientras que el coche de Paretta dejó la misma en 228.353. Su tiempo fue incluso peor que el del primer stint, donde hizo 227.811 mph. Kimball, de momento, ya no tendrá más participaciones en IndyCar tras debutar en el Gran Premio GMR.
“Tenemos algunas preguntas que necesitan respuesta y, una vez que se respondan, averiguaremos qué salió mal y qué salió bien y aprenderemos de ello”, ha comentado el británico para RACER, que también aseguraba que nada salió mal y que tenían “todo bajo control”.
“Ellos hicieron un gran trabajo. Cambiamos todo menos el chasis y el motor, y al mismo tiempo seguimos teniendo el mismo delta de velocidad que tuvimos durante toda la semana. Simplemente duele. Y les duele tanto a esos muchachos como a mí”, continúo refiriéndose al trabajo que se hizo entre bambalinas.
Desde que hizo el primer intento en comparación con el segundo, la pista bajó unos grados, pero ni con esas el motor se enfrió. El coche estaba dentro del parque cerrado, por lo tanto, no se podían usar herramientas para enfriar más la unidad de potencia. “Sabíamos al entrar que nuestra primera carrera iba a ser nuestra mejor oportunidad. Tuvimos una bala y tuvimos que ejecutar eso, lo hicimos, y no fue suficiente. Así que salgo de aquí con la cabeza en alto”.
